domingo, 3 de febrero de 2013

Capítulo 6: Misión: Cola Cao.

-Sigrid-
Cómo Carlos no callaba, fuimos a cenar, porque si no, como dijo, recurriría al canibalismo, y no quería morir comida por un Carlos.
Fuimos al restaurante del hotel, y Cris saludó al camarero, que cómo ella había dicho eran amigos.
-¿Desde cuándo sois amigos?-dijo Carlos.
-Desde que tú me abandonaste por el helado, desde ese momento, traidor.
Todos reímos, Cris no era rencorosa (bueno, en realidad un poco), pero eso iba en broma, porque en seguida se les pasaban los enfados así que...
El caso es que nos sentamos en una mesa, en la de siempre, y esta vez, Carlos se sentó en el que ya era el “lugar de Cris”, como lo llamaba ella.
-FUE. RA. DE. AHÍ.-le dijo Cris silabeándolo.
-¿QUÉ? ¿Por qué? Ahora no he hecho nada.
-He dicho que fuera, no me vas a quitar el sitio ahora.
-No me voy a quitar.-dijo Carlos con la mirada desafiante.
-Sí te vas a quitar.-dijo Cris, segura.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
Estuvieron así unos 10 minutos, hasta que Cris se cansó, se levantó y se sentó, sola y enfadada en otra mesa. Yo le dije varias veces que viniera, pero ella se negaba y se negaba, cabezota, era un rato.
-Joder Carlos,-dijo Blas.-Cómo la lías en un momento.
-Es que tú también…-dijo Álvaro.
Yo le miré y me miró, cómo si en mi mirada fuese a encontrar todas las respuestas. Pues no, majo, pues no.
-Vete dónde ella y dile que venga, solo a ti te hará caso.
-¿Por qué yo?-dije.-Es Carlos quién la ha liado esta vez, bueno, como siempre.
-¡Eh!-yo le miré mal a Carlos.-Esta bien, esta bien.-dijo.-Iré.
Yo le asentí con la mirada como diciéndole “Buen chico” y se fue donde Cris. 
Se oía su conversación perfectamente, ya que estaba en la mesa de al lado, y no había mucha distancia.
-Cris…-dijo Carlos.
Esta le ignoraba.
-Cris.
Otra vez le ignoraba.
-¡Joder Cris, que quiero arreglarlo!
Esta vez Cris se giró y, al momento, se echó a reír. Carlos estaba con una cara de incertidumbre qué no podía con ella.
-¿QUÉ PASA CONTIGO?-dijo Carlos.
Y Cris se seguía riendo.
-¿Qué? ¿Bien?-le dije.
Se me quedó mirando un momento.
-Oh, tú lo sabías.
-¿Yo? Que ostias lo voy a saber. ¿Pero tú eres tonto?
Los demás chicos se rieron. Pasados unos minutos vino Cris y se sentó en mis piernas mientras los chicos se reían.
-¿Es cómoda tu butaca?-le dijo Álvaro.
-¡Sí, mucho! Aunque tiene bultos.
-No soy la única que tiene bultos, eh Cris.
-Oh, eres una mala persona.-dijo mientras se levantaba.
-¿Ves? También se enfada conmigo, Carlos.
Carlos no hablaba a Cris, ¿por qué? Porque según él, había jugado vilmente con sus sentimientos. Tampoco me hablaba a mí, todo hay que decirlo, porqué le había engañado e insultado.
-Oh, no te preocupes, en seguida se le pasará.-dijo David.
-¿Qué?-dije volviendo al mundo real.-Ah, no estoy preocupada, es un caso y para mañana estará hablando con Cris y conmigo de nuevo.
Nos fuimos de la cafetería, porque en el rato que habíamos estado allí, habíamos cenado, por lo que Carlos no recurrió al canibalismo.
Cada uno por su lado, bueno, nosotras por el nuestro, ellos por el suyo, nos fuimos a la habitación, esperando que mañana nos viésemos.
-Cris, ¿por qué te has ido antes?
-Porque…-se quedó callada.-No lo sé, me apetecía.
-Ya. Claro.
-Que sí, jolín, es un payaso, no sé cómo te puede caer bien.
-Porqué ese payaso es majísimo, deja de ser así con él.-ella me miró.-Por favor, hazlo por mi.-dije haciéndole pucheros.
Ella suspiró y se dio la vuelta en la cama, poniéndose de lado, sin responderme, se durmió.
Una de dos, o no quería responderme o no tenía respuesta y, he de decir, que me decantaba por la primera.
A la mañana siguiente, después de una noche de descanso, empecé a molestar a Cris. No sé porqué, pero me apetecía, y como no sabía otra manera, empecé a cantar.
-¡DALE A TU CUERPO ALEGRÍA MACARENA! ¡QUÉ TU CUERPO ES PA’ DARLE ALEGRÍA COSA BUENA! ¡DALE ALEGRÍA A TU CUERPO MACARENA, EHHH, MACARENA, AY!
-¡SIGRID! CA. LLA. TE.
Y yo seguía cantando.
-¡SIGRID! ¡CALLA, QUIERO DORMIR!
Me callé.
-¡Gracias!-dijo enfadada.
Y cómo la última vez, salté encima de ella, gritando, por supuesto.
-¡DESPIERTA! ¡DESPIERTA!
Estuve así cosa de cinco minutos.
-¡VALE YA! Me levanto, me levanto.-dijo entre enfadada y cansada.
Yo sonreí victoriosa.
Salimos fuera y nos encontramos con los chicos.
-¿Nos seguís o qué?-dijo Dani.
-¿Nosotras? Por favor,-dijo Cris.-Acabamos de salir por la puerta tío.
Cris y Dani se empezaron a pelear.
-¡EH! Venga, ya vale.-dije.-Parecéis críos.
-Tonterías aparte,-dijo Blas.-¿Qué planes tenéis para hoy?
Cris y yo nos miramos.
-Ninguno.
-Oh, entonces podemos ir a ver el museo del Louvre.-dijo Álvaro.
-¡GUAY!-dijo Cris.-Llevaré la cámara y sacaré fotos de los cuadros.
Todos nos reímos.
Nos encaminamos a la salida del hotel.
-Espera, ¿no desayunamos?-dije.
Nos miramos.
-No,-dijo Blas.-no tenemos hambre.
Miramos a Carlos.
-¿Qué?
-¿No tienes hambre?-le dijo Cris.
-No, además, tengo el bolso de Cris.
-Ya, y tú que lo veas.
Nos dirigimos al museo del Louvre y nos encontramos con un par de francesas en la entrada. Nos hablaban, bueno, hablaban a Cris que asentía y asentía.
-¿Qué te dicen?-le dijo Carlos.
-No lo sé.
Las francesas se fueron, riéndose.
-¡EH!-las francesas se giraron-¡TU MADRE, POR SI ACASO!-gritó Cris.
Todo el mundo se giró y nos miró.
-Dios, Cris, te mato, te juro que te mato, que vergüenza...-decía yo por lo bajo.
Los chicos se reían.
-JAJAJAJAJAJAJA.-se reía Carlos.-¡Qué buena! JAJAJA
Con tanta risa, daba miedo.
Paró de reírse y entonces, entramos al museo.
Vimos una señal que ponía “NO SACAR FOTOS CON FLASH” y Cris al momento casi se puso a llorar, pero entonces la dijimos que quitase el flash, que no pasaba nada.
Saco más de 200 fotos, de los cuadros, de nosotros con los cuadros, de las estatuas...
Nos cansamos del Louvre y nos fuimos.
-Nosotros vamos a por algo de comer y nos vemos en la torre en una hora.-dijo Blas.-¿Os parece?
-No nos parece porque nosotras somos dos, y vosotros cinco, además os conocéis París más que nosotras y no es que destaquemos por nuestro sentido de la orientación...-dijo Cris.
-Simplemente no destacamos.-dije yo, terminando la frase de Cris.
-Pues os venís...-dijo Dani suspirando.
Cris y yo nos encogimos de hombros.
Fuimos a un restaurante con una fachada preciosa del cual no recuerdo el nombre.
Nos sentamos en la primera mesa que vimos y esperamos al camarero, que no venía, no venía y le estuvimos esperando cosa de diez minutos.
-¿DÓNDE ESTA EL CAMARERO?-dijo Cris, en español.
Todo el mundo la miró, pero nadie la respondió y siguieron a lo suyo.
Entonces David lo preguntó.
-Où est le garçon?
Todos nos quedamos mirándole.
-¿Desde cuándo tú sabes francés?-le dijo mi amiga.
-Desde que tengo un diccionario español-francés.-dijo mientras nos lo enseñaba.
-Oh.
Todos nos reímos.
Era divertido comer con los chicos, pues, no hacían más que tonterías.
-¡Sigrid! ¡Mira lo que hago! ¡Mira, mira!
-¿Qué haces Dani?
-¿No lo ves? Estoy haciendo una torre con los cubiertos.
-Si que lo veo, no estoy ciega, pero se te van a...
Se le cayeron los cubiertos por todas partes.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA-se reía David.
Este si que daba miedo.
Mientras Dani recogía los cubiertos, los chicos miraban a David asustados.
Ellos rieron por lo de Dani pero, mientras ellos reían, David carcajeaba.
Era increíble que alguien se pudiese reír más que Carlos y, por eso mismo, asustaba.
-¿Y ahora que hacemos?-dijo Álvaro.
-JAJAJAJAJAJAJA.-se reía Carlos junto con David.
Les ignoramos totalmente y seguimos a lo nuestro.
-Podemos ir a un parque.
-Oh, buena idea.-me dijo Álvaro.
-Lo sé.-dije.
Nos fuimos al parque más cercano que había (éramos unos vagos) y vimos un árbol bastante grande, en el que nos podíamos tumbar.
-Voy a escalar un árbol, como los monos.-dijo Carlos.
-Cada uno hace lo que es.-dijo Cris.
Carlos la miro tan mal que Cris se escondió detrás de Dani.
Carlos se caía, miraba al árbol mal y volvía a subir. Así durante 10 minutos. Cuando se canso de caerse, se tumbó a mi lado.
-¡OH NO! ¡LA CÁMARA! ¡ME HE OLVIDADO LA CÁMARA!
-Dios... Cris, por un día no pasa nada.
-Que si pasa Sigrid, si pasa, jolín... Mi cámara... ¿cómo se me ha podido olvidar?
-Cris, no es por nada,-le dijo Dani.-pero la tienes ahí.
Ella miró donde Dani le dijo y ahí estaba la cámara.
-¡MI CÁMARA! ¡MI CÁMARA!
Y se puso a echar fotos a todo lo que pillaba.
Estuvimos un rato hablando de nosotras, de ellos, del mundo, los gorros, nosotras y ellos...
Hubo un momento en el que una paloma se descargó en el hombro de Carlos y después se llevó el sombrero.
Parece ser que la “descarga” de la paloma le importo poco, porque se puso a gritar por todo el parque.
-¡MI SOMBRERO! ¡ESTÚPIDA PALOMA, VEN AQUÍ! ¡DEVUÉLVEMELO!
La paloma igual le entendió, porque volvía hacía él y lanzo el sombrero, que, gracias Dios, solo se le cayó en el agua.
El pobre Carlos se puso a llorar.
Dani se seguía riendo. Ala, otro que daba miedo. ¿Pero que eran, Auryn o Los Risitas?
Entonces, una paloma vino y le hizo otra descarga, esta vez a Dani.
Ahora el que se reía era Carlos.
-¡TOMA!-decía Carlos.-¡POR LAS VECES QUE ME LLAMAS CABEZÓN!
El pobre Dani tenía una cara de asco total. Normal, le había cagado una paloma.
-¡CRIS, CORRE! ¡ECHA FOTOS! JAJAJAJAJA ¡RÁPIDO!-le decía David a mi amiga.
Después de que Cris echase mas de veinte fotos de Carlos y Dani, nos echamos la siesta debajo del árbol.
Al rato nos despertaron los chicos.
A ver, les quería mucho y todo eso, pero podrían habernos despertado un poco más tarde.
Les miramos muy mal, tanto, que Álvaro y Blas se echaron a reír.
-JAJAJAJAJAJAJAJA
-Chicas, vamos.
Eran muy majos pero nos podrían haber dejado un poco más.
-Nosotros nos tenemos que ir.-dijo Carlos.
-¿Qué? ¿Por qué?-dijimos Cris y yo a la vez.
Nos reímos por lo que acababa de pasar.
-Tenemos que terminar de grabar y eso.-dijo David.
Nosotras pusimos cara de pena.
-¡ABRAZO DE GRUPO!-dijo Blas.
Y nos cogió a todos con los brazos, cómo si nos quisiese fusionar con él.
Después de que los chicos se fuesen, Cris y yo nos quedamos en el mismo sitio, mirándonos.
-¿Y que hacemos ahora Cris?
-Pues no lo sé... ¿Vamos al hotel?
-¿Qué opciones tenemos?
-Pues... quedarnos aquí y morirnos de aburrimiento o ir al hotel y morirnos de aburrimiento.
-¿En las dos nos morimos de aburrimiento?
Ella asintió.
Pues que bien.
-Vamos al hotel.
Nos fuimos de ese parque y nos encaminamos al hotel.
Entramos y nos dirigimos a la habitación a dejar las cosas.
-¿Vamos a cenar?-dijo Cris.
-No hay nada mejor que hacer.-dije mientras me encogía de hombros.
Bajamos al restaurante, para cenar, por supuesto, y nos sentamos en la mesa en la que nos sentábamos con nuestros amigos.
-Qué vacío esta esto sin ellos...-dijo mi amiga.
-Si...
Suspiramos.
Nos miramos y nos reímos, porque habíamos echo una soberbia tontería.
El camarero o lo que fuese, no me acuerdo de lo que era, pero tampoco me importaba.
Me metí en mis pensamientos, al igual que Cris. Sé que ella estaba haciendo lo mismo porque había empezado a mirar a un punto fijo.
Si recordaba bien, habíamos llegado a París para el trabajo de Cris, y para pasar tiempo fuera de España. ¿Quién nos iba a decir a nosotras que íbamos a conocer a Auryn, un grupo del que no sabíamos ni su existencia? Éramos demasiado suertudas.
-Sigrid. ¡Sigrid!
-¡AH! ¿Qué? ¿Qué pasa?
-¿Quieres cenar algo?
La miré.
-Emm... Sí, por supuesto. Lo que sea, pide por mi.
-Esta bien.
Se levantó de la mesa y fue donde su amigo el camarero.
Empezó a hablarle. No sabía que Cris sabía francés... Aunque, espera... Me dijo que sabía inglés... Esta niña tenía demasiada suerte.
Al rato, vino con dos bandejas llenas de comida.
-¿Hamburguesas y patatas?-dije.
-Sep. También un batido de chocolate.
-Oh, guay.
Empezamos a comer.
-¿Y tú desde cuando eres tan amiga del camarero?
-Ya te dije, desde que Carlos me dejo sola ese día.
-Oh, es una mala persona.
Las dos reímos.
Desde que habíamos llegado a París, no habíamos tenido un momento para nosotras, ya que conocimos a los chicos y casi no estábamos solas.
Terminamos de cenar y Cris me dijo que estaba cansada.
-Normal, tanta foto que sacas... Además, no sabes estarte quieta.
Ella me pegó una colleja.
-Eh, hacía tiempo que no me dabas una.
Ella me miró como si fuese lo mas normal.
-No me mires así, siempre me estas dando collejas.
Ella río. Era cierto.
Estábamos por el pasillo nos quedaba un cacho, pero no nos apetecía hacerlo andando, así que recorrimos el cacho de pasillo que nos faltaba rodando como croquetas, pero a los minutos, nos acabamos mareando y lo dejamos.
Llegamos a la habitación como si estuviésemos borrachas, pero no lo estábamos.
-Me duele la cabeza.-dijo Cris.
-Y a mi, no te jode.
Nos miramos y ella se río de mi respuesta. Nos quitamos los zapatos y nos tumbamos en la cama sin siquiera quitarnos la ropa y nos dormimos profundamente.
Me desperté sobresaltada, había oído ruidos en el pasillo y risas.
Juraría que había oído las risas de los cinco elementos que Cris y yo sabemos.
Miré el reloj y eran las dos de la mañana. Juro que cómo fuesen ellos, iban a volar ostias.
Desperté a Cris con cuidado, porque si la despertabas a altas horas de la madrugada (o a cualquier hora) se ponía a bufar y lanzar cosas y no había quién la parase.
-Cris, despierta.
-¿Quehhrn qunfjsierksds?-dijo hablando contra la almohada.
-Que te levantes joder.
-¿Qué quieres?-dijo enfurruscada.
-Levanta, que oigo ruidos fuera. Creo que son Álvaro, Blas y los otros.
Se levantó de mala gana, se puso las zapatillas, y salió.
Abrimos la puerta, con miedo. Bueno, ella tenía un palo (qué no se de dónde lo había sacado) y yo estaba detrás de ella. Veíamos la escena, intentando no reirnos.
-Corre Carlos, joder.-decía la voz de Álvaro.
-Álvaro, cállate.
-¡Joder, quiero cola cao!
-¡Que te calles! No sé ni porque te estamos ayudando.
-Porque me queréis.
-Si, lejos de nosotros.
-Joder, vamos.-dijo Blas.
-¿Y tú porque grabas, eh?-dijo Dani.
-Porque es gracioso, ¿te parece?
Entonces nos miraron.
-¡AHHHH!-gritaron Dani y Álvaro.
Salieron corriendo con los brazos en alto, gritando, pero al metro de haber corrido, se cayeron.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA-nos reímos los demás.
-¿Qué se supone que hacéis?-dije.
-Pues...-empezó Dani.
-Carlos quiere Cola-Cao.-dijo Blas.
-Pretende ir a la cocina.-terminó Álvaro.
Cris y yo nos miramos, intentando no reir.
-Vamos con vosotros.
-Eso.-me secundó mi amiga.
-Pues vamos, entonces.-dijo David.
Andamos unos metros y entonces Cris se paró.
-Lo que no entiendo-empezó mi amiga.-es porque vais con los pantalones bajados.
Ellos se miraron.
-Es mas divertido.
Fuimos por el pasillo andando a hurtadillas. Bajábamos las escaleras con cuidado, hasta que, por fin, llegamos al restaurante.
Nos metimos en la cocina, pero claro, si tienes a Cris y Blas hablando todo el rato detrás, es imposible concentrarte.
-Vale, ya hemos llegado.-dijo Dani.
-¿Y que hacemos?
-¿Jugamos a tinieblas?-dijo Cris.
-Venga va.
Me la quedé yo, porque nadie quería, además, todos se empeñaron en que fuese yo.
-Vale, estamos, ¿no?-dijo Blas.-Pues apagar las luces.
Apagaron las luces y yo me dediqué a intentar adivinar a quién tocaba.
Había encontrado a alguien, era uno de los chicos, pero no sabía quién.
-¡Au!-gritó la voz.
-Oh, lo siento... David.
-Me has pillado.-dijo saliendo de su escondite.
Parece ser que le hice daño en el ojo.
Estaba intentado, otra vez, descubrir más escondites y de repente alguien gritó.
-¡ESPARTACO!
Y la risa de Cris.
Me moví hacía donde había oído el ruido. Ahí había una persona. Empecé a tocarle la cabeza.
-Oh, es Carlos. Su cabezón es inconfundible.-dije.
-JAJAJAJAJAJAJA.-se oían las risas de Cris y Blas.
Vale, estos dos estaban escondidos juntos.
Empecé a dar vueltas por la cocina, pero justo cuando iba a por los otros que quedaban, el camarero amigo de Cris encendió las luces y nos empezó a hablar en su idioma incomprensible.
Nos fuimos después de diez minutos de bronca.
-Guau. La primera bronca francesa que me echan.-dijo Carlos.
-Si, la primera y la última.-dijo Blas.
-Nos estaba diciendo que nos amaba.-dijo entonces Cris.
-Claro, sería a ti, como es tu amigo...-dije.
Fuimos por los pasillos, haciendo tonterías todo el rato.
-¡AH!-gritó Carlos.
-¡AHHHH!-gritó David más fuerte.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!-gritamos Cris y yo.
Se ve que estaban haciendo un concurso de gritos. ¿Por qué no íbamos a unirnos?
Estábamos gritando cuando, de una de las habitaciones, salió un hombre gritando en su lengua incompresible.
Nos metimos en nuestra habitación corriendo. Es que, ¡el señor había cogido su cachaba!
Al rato de que los chicos estuviesen en la habitación, les dijimos que se fuesen.
-Venga, iros ya.-les dije.
-Pero... ¿qué pasa si el señor sigue fuera?-dijo Carlos.
-Le pego una ostia.
-Ala, pobre señor.
-O se lleva la ostia él o te la llevas tú.
-Emm... No, gracias, estoy bien así.
-Pues eso.
Todos los demás se estaban riendo de la escena que acabábamos de hacer yo y Carlos.
Nos dimos cuenta de que Cris y Blas habían estado todo el rato juntos. Bah, ellos sabrían lo que hacían.
Veíamos que los chicos no se iban, así que les ofrecimos la oportunidad de quedarse a dormir con nosotras.
-¿Queréis dormir aquí, por si acaso el señor sigue fuera?-dijo mi amiga, retóricamente, claro.
-Oh, gracias.-dijo Álvaro.
-¿Cómo dormimos entonces?-dijo Blas.
-Yo puedo dormir con vosotras.-dijo Carlos.
Inmediatamente, le metimos una ostia.
-Parece ser que tenías hambre.-dije.-Tanta, que como sigas así, te comerás otra ostia.
-Carlos, te estas llevando más ostias con ella que en toda tu vida con tu madre.
Nos reímos todos con eso.
-¿Y si lo echamos a suertes?-dije.
-¿Cómo?-dijo Blas.
-Bueno... Cris tiene un dado con vuestras caras.
Se nos quedaron mirando.
-¡Me aburría mucho!-dijo esta.
-Bueno, a lo que iba. Está más que claro que Cris y yo dormiremos en la cama que para algo es nuestra habitación.
-Podemos juntar las camas, y que tres duerman en la cama con nosotras y los otros dos en el suelo.-continúo mi amiga.
-¿Os parece bien?-dije.-Os daremos mantas.
Ellos asintieron. No podían hacer otra cosa.
Juntaron las camas. (Ellos, no nosotras, porque no teníamos casi fuerza)
-Venga, Cris, tira el dado.
Tiró el dado.
-Blas.-dije.
-¡Bien! Me toca cama, me toca cama...-dijo cantando.
Cris tiró otra vez.
-David.
-¡TOOOOOOOOOMA! Me toca cama con Blas, me toca cama con Blas.-dijo yendo a la cama.
Cris tiró por última vez el dado.
-Dani.
-¡VIVA LA VIDA!-gritó.-A mi me toca cama, a mi me toca cama.-dijo cantando al ritmo de la conga.
-Chicos,-les dijo Cris a Carlos y Álvaro.-me parece que os toca en el suelo.
-Osea, que yo me ofrezco voluntario para dormir con vosotras, me pegáis ¿y a ellos no? NO es justo.
-Nadie dijo que lo fuese.-dije.
-Bueno, pues vosotros en el suelo.-dijo Cris.
-Jo.-dijeron ellos.
-Y vosotros en la cama con nosotras.
-¡Bieeen!-dijeron Blas, David y Dani.
Les di un par de mantas y unos cojines que había por ahí.
Carlos, resignado, se tumbó en el suelo con la manta que le dí.
-No quiero oír nada raro ahí arriba, eh.
Y le di con la almohada en la cabeza.
-Oh, al fin alguien le calla.
Todos nos reímos del comentario de David y nos dormimos. Bueno, todos no. Cris y Blas no dejaban de hablar.


2 comentarios:

  1. Me encanta vuestra novela, es supero original y me tiene muy enganchada, espero que volvais a subir capítulo pronto!!:)
    Por cierto Sigrid, podrías decirme los enlaces de las otras novelas? Muchas gracias:)

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    1. Hoooooooola :3 Muchas gracias por el comentario.
      Aquí tienes:
      http://youchangemymind23.blogspot.com
      Y a partir de esa, tienes todas, en mi perfil. :)
      Y las de Cris:
      http://foreveryoungwithyoungonedirection.blogspot.com
      Y como en la mia, te metes en el perfil y lo tienes todas. :)

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