domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 9: 1900

-Cris-
-Ni nosotros a alguien que lo lleve-dijo Dani.
Nos acercamos todos y nos dimos un abrazo de los nuestros.
-¿Qué hacéis aquí?-preguntó Sigrid.
-Bueno...-dijo Blas, encogiéndose de hombros y metiendo las manos en los bolsillos-Alguien mencionó dónde estudiábais y... Aquí nos veís.
Las dos sonreímos y después les contamos.
Uno, dos, tres y cuatro.
Nos miramos, extrañadas.
-¿Dónde os habéis dejado a Carlos?-inquirió mi amiga.
-No me digas que os lo habéis olvidado en París...-dije yo.
-No. Nos lo secuestró la mujer esa-dijo David.
-Sí, lo cogió y salió corriendo con él. Y a nosotros nos dio pereza salir corriendo detrás.-siguió Álvaro.
-Oh, pobrecito...
-Ahora está en un mundo mejor, Sigrid. Está con La Blasa.
Se rieron todos de mi comentario estúpido, más que nada por no hacerme el feo.
La gente (mayoritariamente chicas) se empezaban a acercar, adivinado sus identidades.
-Emmm... Y me da que va a ver más secuestros como el de Carlos.-dijo Sigrid, percatándose de eso mismo.
Decidimos que no era plan que eso volviera a suceder, así que echamos a andar.
-En realidad-dijo Blas, remotando la conversación perdida- Está en Alicante. Vive allí.
-Ah-dijimos las dos.
-Ha sido una verdadera sorpresa encontraros ahí, a la salida-dije- No esperábamos volver a veros... Al menos, no tan pronto.
-Bueno, la verdad, también lo de ir a buscaros ha sido una excusa algo barata para que nos indicárais un sitio para comer, porque hemos pasado el día por aquí, en tiendas de discos y eso y ya que estamos...-dijo Dani.
-¿De verdad?-dijo Sigrid, fingiendo ofenderse- Me esperaba algo así de Carlos, pero de ti...
-A Carlos déjale tranquilo en Alicante, que luego se las lleva dobladas-dije yo, recordando las inmurables guantadas que se había llevado por cortesía nuestra.
Nos reímos de eso.
-Mm... Os invitaríamos a comer a casa, pero no tenemos nada preparado y no hay ganas de ponerse a cocinar...
-Cris es una inútil para la cocina-le susurró Sigrid a ellos.
Amigas traidoras.
Hazte fan, si no lo eras antes.
-¿Era necesario que les revelaras ese pequeño detalle?
-Bueno... Lo creí conveniente, para que se lo pensaran dos veces antes de comer cualquier cosa cocinada por ti.
Me llevé la mano a la frente, con dramatismo y después al corazón.
-¡Ten amigas para esto!
-Bueno, no se te podía dar bien todo.-dijo Blas.
-¡Al fin alguien que habla a mi favor! ¿Dónde el monumento?
-JAJAJAJAJAJA.
Acabamos siguiendo a Sigrid (que era quién se conocía la zona, ya habíamos dicho previamente que mi sentido de la orientación era pésimo...) hasta un McDonald´s.
No se nos ocurrió otra cosa y, además, David decía que le apetecía comer ahí.
Comimos y nos quedamos sentados un rato allí.
-Siento como si me faltara algo.-dije, mirando al infinito.
-Bueno, nos falta Carlos...-observó Álvaro.
-No, no es eso. ¡MI CÁMARA! Eso es, me la dejé en casa.
-Cuéntales lo que te pasó en clase-me dijo mi amiga.
-Ah, es verdad, se me había olvidado. Bueno, pues tenía que hacer un trabajo con las fotos, ya sabéis y enseñarlas en clase y, bueno...
-Suspendiste-dijo Dani.
-No. Oh, bueno, aún no lo sé... Estaba enseñándoles fotos de París, cuando salió una del coche, hecha por David, una de Álvaro cegado por el flash... Y finalmente "Odio en estado puro".
Todos nos reímos.
-¿Y qué pasó?-preguntó David.
-Pedro, un compañero, se asustó y tiró sus apuntes por el suelo y otros compañeros se rieron. El profesor me dijo qué significaba la foto y yo le dije que era la esencia de la Torre Eiffel aplicada a las personas... Yo qué sé, ¡Dani no me mires así!
Dani, al reírse, estaba poniendo todo tipo de caretos y yo me lamentaba por no tener la cámara.
Cuando se calmó, proseguimos con la conversación sobre qué habían hecho ellos en nuestra ausencia.
-No mucho, dimos los últimos retoques al vídeo, aprovechamos el último día y nos venimos. Sin vosotras, París no tenía sentido.
-Eso nos ha llegado hondo, Álvaro-dijo Sigrid, por lo que nos reímos.
-Por cierto, ¿lo habéis visto?-preguntó Blas.
-¿El vídeo?-pregunté-Oh, no. Aún no.
-Pues cuando eso, decidnos a ver qué os parece.
-Claro-dijo Sigrid.
-A propósito, se llamaba Pierre-dijo David.
-¿Quién?
-Tu amigo, el camarero.
Me eché a reír.
-¿Se lo preguntaste?
-¿Yo? No, fue Carlos. Te tomó el relevo de comunicarse con él, y se lo preguntó.
-¿Se volvió a ir por la noche?-pregunté.
-No. Dice que solo no tiene sentido.-dijo Álvaro.
-Se podía haber llevado a alguno de vosotros-dijo Sigrid.
-Dijo que no, que no salía más a esas horas.
-A mí me dijo, la última vez que salimos, que sería la última hasta Dios sabe cuándo. Quizá si no estoy yo, es que no es capaz de despertar a nadie.
-O que nadie está lo suficientemente loco como para irse con Carlos a las cuatro y media de la mañana...
-¿Insinúas algo, Dani? ¿Te quedaste con hambre? Digo, para darte una galleta de postre...-dije, señalando mi mano.
Nos reímos de eso.
-Jo, dejar de meteros con Carlos, que no está para defenderse-dijo Sigrid.
-Pues le llamamos y que se defienda.-dijo David.
A mí me dio la risa tonta con eso.
-Venga, va-dijo Blas, sacando su móvil-Cuando eso, habláis vosotras, ¿vale?
-¿Y qué le decimos?-pregunté yo.
-Improvisa.
-Mm, vale.
-Venga, que va.
Dejó el móvil sobre la mesa.
Un toque. Dos. Tres.
-¡BLAS! ¿QUÉ QUIERES? 
-Emm... Hola.-dije yo.
-¡Melóooooooooon!-dijo Sigrid.
Todos se rieron.
-¿Vosotras dos?-dijo la voz confusa de Carlos, desde el teléfono.-¡Blas! ¿Qué es esto? ¡Me dijistéis que nada de secuestrarlas hasta que yo estuviera allí! ¡Este no era el plan, maldita sea!
-Lo siento, no pudimos esperar, ya nos conoces.-dijo Blas, luchando por no reírse.
-Y entonces te llamamos a ti para que pagues el rescate-dije.
-Eso, además, sólo tú puedes convencerles para que nos dejen libres.-me secundó Sigrid.
Los demás se rieron.
-¿Y bien? ¿Cuánto piden?
-Dos guantazos en la cara. Uno por cada una.-dijo Dani, riéndose a más no poder.
-¡No seáis crueles!-dijo Sigrid.
-Lo que quieres es darte tú-le dije y ella me pegó a mí.
-¡AH!
-¿Qué fue eso?-dijo Carlos.
-Oh, nada, a Cris le acaban de dar una ostia de las dos, te queda a ti la otra...-dijo Álvaro.
-JAJAJAJAJAJAJA. Qué pena que no lo he visto.
-Cuando te den a ti, quién se reirá seré yo.-le dije.
-Puede, pero mientras tanto me río yo.
Hablamos un rato hasta que empezamos a gritar todos, la gente nos miró raro y nos fuimos de allí.
-¿Y ahora qué?-dijo David.
-¿Queréis subir un rato a casa?-sugirió Sigrid.
-Sí, vale, ahora que no hay que hacerle cocinar a Cris.
-Dani, insisto, no te quedes con hambre. Si quieres la galleta, dímelo.
-Llego a decir yo eso y me pegan-dijo Carlos desde el móvil.
-¿Pero no le habías colgado ya?-le dije yo a Blas.
-Sí, pero él volvió a llamar.
-¡Es que me aburro! Eso de hacer fiestas allí sin mí no me gusta...
-Ah, ahora entiendes cómo me sentía yo cuando hacíais fiestas en el coche. Sufre-le dijo Álvaro.
-¿Te callas?
-Bueno, luego hablamos, que nos vamos a su casa. Adiós.
-¡No me cuelg...!
-¿Vamos?-dijo Blas.
Seguimos a Sigrid hasta casa (ya dije que yo me pierdo muy fácilemente, hasta en sitios conocidos), entramos en el portal y saludamos a Carmen, la portera, que nos miró raro.
Normal, nunca habíamos subido tanto chico a casa. (Y nos faltaba uno).
Bueno, así luego tenía tema de conversación para chismorrear con las demás vecinas, que parecía La Vieja el Visillo, todo el rato espiando para ver qué podía contar luego.
Pasamos a casa y Sigrid les hizo un tour guiado a través de esta.
"¿Qué hacéis?"
Carlos no cesaba en su empeño, y nos atacaba por WA.
"Sigrid nos está haciendo un tour guiado por la casa" le dijo Dani.
"¿Y yo por qué no estoy allí también? XQ? XQ? XQ?"
"JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA Me muero" dije yo.
"La culpa es tuya por vivir donde vives" le dijo David.
Tras el tour, dijimos de ver las fotos en la tele del salón y así recordar buenos momentos.
"¡No las veáis sin mí! :("
"Podemos verlas otra vez cuando estés aquí. Tratándose de fotos, no hay problema" le dije.
"Mm... Vale, está bien".
-Me apetece un Franpuchinno mientras vemos las fotos. ¿Alguien quiere algo?
Todos me lo dijeron a la vez.
-No me he enterado de nada.
-Yo voy contigo-se ofreció Blas.
-Bien, pues toma nota.
-¿Por qué siempre yo?-dijo, con lo que los demás se rieron.
Lo apuntó en una hoja de papel que le tendí.
-Ya está.
-Bueno, pues nos vamos. El Starbucks está aquí abajo, no tardaremos mucho. ¿Vas poniendo tú lo de las fotos y eso, Sigrid?
-Claro-dijo mi amiga.
Blas y yo nos fuimos.
-Gracias por acompañarme, dudo mucho que yo pudiera traer todo sola.
-No hay por qué darlas.
"¿Ya estáis viendo las fotos? #EnvidiaModeOn"
"No, aún no. Lo están preparando. Yo estoy con Cris, vamos al Starbucks"
"¿CÓMO? LLEVADMEEEEEEEEE."
"PUES VENTEEEEEEEEEEE", le dije yo.
"PUES VOYYYYYYY. Dame cinco minutos y estaré allí".
"Más quisieras" le dijo Blas.
"¿TE CALLAS? Le hablaba a la secuestrada"
"Soy la secuestrada lol"
"A ver, vosotros dos, ¿vais al Starbucks y venís o qué? Y tú Carlos, ¿te callas?" dijo Álvaro.
"QUE ME PONGO NERVIOSO Y HABLO"
Dejamos de prestarle atención a la conversación y entramos en el Starbucks.
-Wow, estoy impresionada. He sabido venir hasta aquí.
Blas se rió.
-¿Tan mal sentido de la orientación tienes?
-Puff, no lo sabes tú bien...
Había un par de personas delante, así que nos pusimos a hablar de cómo Carlos podía hablar tanto y no ahogarse y otras cosas de más importancia, hasta que aparecieron dos chicas, que se nos quedaron mirando. (Supongo que sólo a Blas, a mí hay poco que verme).
Al final, se acercaron.
-¡Te dije que era Blas, te lo dije!-le dijo una a la otra.
Y se pusieron a fangilear. Yo nunca había visto un fangileo en todo su esplendor y lamenté no poder fotografiarlo.
-¿Tú vas con él?-me preguntó una de las dos niñas, dejando a la otra fangileando sola.
Joer, me daban miedo. ¿Cómo Blas no se asustaba? ídolo.
-Emm...-le miré a él-Un poco.
-Ah, vale. ¿Nos sacas una foto? Mira se da aquí-dijo, tendiéndome su móvil.
Blas se rió.
Normal, esa pobre ilusa pretendía decirme a mí cómo hacer fotos.
-Emm... Vale.
Les saqué unas cuantas fotos y, cuando fueron felices y se hubieran despedido cinco o seis veces de Blas, se fueron.
-¿A eso os enfrentáis día a día?-pregunté.
Él sonrió.
-Día a día.
-Madre mía, ¿no temiste por tu vida? Yo sí, pensé que te comerían vivo ahí o algo y tendría que llevar sola las bebidas y luego tendría que someterme de nuevo a la presión de las preguntas de los chicos porque sería el segundo Auryn que desaparece conmigo...
Ambos nos reímos.
-¿Y eso de "¿Vas con él?" "Sí, un poco"?
-No sé, Blas. No sabía qué decir. Temía por mi vida, ya te lo dije.
-¿Cómo se va un poco con alguien?
-Jajajajaja no lo sé, pero mira, nos toca. ¡Al fin! Estos se estarán preguntando dónde estamos...
Una vez con las bebidas en nuestro poder, volvimos a casa.
-¡Ya era hora! ¿Dónde estábais?
-¿Por qué tardásteis?
-Queremos la verdad y nada más que la verdad.
Miré a Blas con angustia.
-¿Por qué otra vez estas preguntas? ¿POR QUÉ?
Nos reímos y Blas contó lo sucedido con las dos chicas mientras repartíamos las bebidas y nos hacíamos hueco en el sillón.
-Y por eso hemos tardado más-finalizó.-Debistéis de verle la cara a Cris. Se asustó.
-Es que fangileaban mucho.-me justifiqué yo.
Estuvimos alrededor de una hora viendo las fotos, recordando cada momento.
-Bueno... Creo que ya deberíamos irnos. Seguro que tenéis tarea por hacer-dijo Álvaro.
-Nada que no se pueda evitar hacer por vosotros-dijo Sigrid.
-Uhhh, la Sigrid, qué chunga.-dije yo.
-¿Te callas?
-Oh, no-dijo Dani-Otra como Carlos.
-Ya dejé claro que él era él y yo era yo.
-Tiene sentido-dije.
Nos daba pena que se fueran, pues no sabíamos cuándo volveríamos a verles.
-Sigrid, diles la verdad.
-La verdad es que no queremos que os vayais porque no sabemos cuándo os volveremos a ver.
-Así que os vamos a secuestrar.
-Exactamente.
-¡Oh, no!-dijo Dani, fingiendo horrorizarse.
-Y Carlos será el único que puede salvaros.
-Carlos nuestro que estás en Alicante, santificado sea tu cabezón, ven a Madrid a salvarnos...-dijo Álvaro, rezando, por lo que nos empezamos a reír.
Al final, después de un rato debatiendo posibles rescates y después de que Carlos nos dijera que por sus amigos no nos daba ni un duro, les dejamos marchar.
Blas y Dani se miraron.
-Hay algo que debemos confesar.
-Confiesa tú, Blas.
-El verdadero motivo por el que fuimos a buscaros es para daros esto.-dijo, tendiéndonos un sobre doblado que sacó del bolsillo de atrás del pantalón.
Sigrid lo cogió y lo abrió.
Eran dos entradas.
-Actuamos en una sala de por aquí este viernes. Y Carlos también estaría, así que estaríamos los cinco, otra vez. No tenéis que venir si no queréis-dijo David.
-¿Bromeas?-dijo Sigrid-¡Por supuesto que queremos ir!
-Lo único que lamento es que sea el viernes. QUEDA MUCHO.-dije yo, por lo que nos reímos.
-Tranquila, que para ver a Carlos queda poco.-dijo Dani.
-¿Qué? Si esa es Sigrid...
El collejón que me dio me hizo ver las estrellas. No es broma. Las vi de verdad.
A ella le debió doler la mano, porque a mí la nuca me ardía.
-¡Ah!
Todos se rieron de mí.
Acordamos seguir en contacto por el WA y tal y nos despedimos.
Una vez en que se fueron y cerramos la puerta, me llevé la mano a la nuca.
-Dios, Sigrid, eres una salvaje. Qué dolor...
-Si no fueras tan bocas algunas veces, no te pasaría eso.
-Pero si era una broma, jo. Yo también quiero verlo. Quiero ver cómo le golpeas.
Ella se rió.
-Pero si le das con tanta fuerza como a mí, lo matas.
-¿Tú te has muerto? ¿No? Pues ya está, él tampoco.
Pinchó con chinchetas las entradas en el corcho que teníamos en el salón, en el cuál poníamos las cosas importantes. Y esa, lo era y mucho.
-Pues ya tenemos plan para el viernes-dijo.
-¿Qué nos vamos a poner?-dije, mientras me frotaba la nuca con la mano.
Dios, la sentía en llamas. Sigrid podría decir lo que quisiera, pero si le pegaba a Carlos como me dio a mí, mueren los dos, él del golpe y ella de la honda expansiva (y si nos pillaba al resto cerca, pues nosotros también).
-Mm... No lo sé, hay que pensar.
-¿Empezamos a pensar ya?
-Me leíste la mente.
-Son muchos años a tu lado, Sigrid. Muchos.
-Oh, qué bonito. Ven, que te doy un abrazo.
-Ahora te sientes mal por golpearme, lo sé...
Nos reímos, me abrazó y fuimos a su cuarto a atacar el armario.
Lo sacamos todo y no llegamos a ninguna conclusión, así que atacamos el mío y, nada más abrirlo, se nos cayó toda la ropa encima.
-Eres un desastre Cris, de verdad lo eres.
-Bueno, al menos eso no se lo has dicho a los chicos. Aún.
En el mío tampoco encontramos nada (y mira que entre las dos teníamos ropa).
-Pues... Nada, habrá que ir de compras.-concluyó Sigrid.
-A grandes males, grandes remedios. ¿Vamos a mañana?
-Seeeh.
Sigrid se fue a su cuarto a hacer no sé qué tarea de la uni y yo quería ver la tele un rato, pero me dijo que nada de tele hasta que recogiera mi ropa, así que me puse a recogerla, refunfuñando.
"Ola k ase?"
Qué oportuno, Carlos, preguntando.
"Ola k kiere?"
"Jajajaja ¿Yo? Nada, me aburro"
"Tú siempre aburrido. Yo estoy recogiendo mi desordenado armario. Quiero ver la tele, pero Sigrid no me deja hasta que no recoja..."
"Sigrid hace bien"
"¿TE PONES DE SU PARTE, AH? PUES SILLAZO".
Después de un rato discutiendo el qué le lanzaba, acabamos con que le lanzara una impresora, pero sin tinta, para que el golpe fuera menos.
"Yo sólo quería preguntar si al final vais a venir a vernos el viernes".
"El que tienes que venir eres tú, que estás allí, nosotras ya estamos aquí".
"Jajajaja ¿entonces sí?"
"Sep. Y entonces el viernes te llevarás la ostia prometida y me reiré yo".
"Ah, es verdad. Noooo. ¿Te vas a llevar el bolso?"
"Emm... Supongo, ¿por?"
"Mm... Chocolate"
"¡ALÉJATE DE MIS CHOCOLATINAS!"
"¡ESTOY EN ALICANTE! ¿ESTOY LO SUFICIENTEMENTE LEJOS?!"
Terminé de colocar el armario y recordé que tenía que hacer un comentario de texto en inglés para clase, así que dejé a Carlos hablando solo por el WA (al menos, en nuestra conversación, seguro que seguiría atacando a alguien más) y me puse a ello, pero el hambre me atacó y fui a buscar a Sigrid.
-¡Sigrid, la cena!
-¿Cuándo vas a aprender a cocinar tú?
-Mientras estés aquí tú para hacerme la comida, nunca. Yo conduzco, tú cocinas. Ese es el plan.
-Ya, pero algún día yo me sacaré el carnet y entonces tendrás que aprender.
-O no, si sigue el señor Mateo...
Me miró horriblemente mal y temí por mi nuca. Aún sentía un hormigueo en ella, que me recordaba el golpe recibido.
-Bueno, ese día contrataré a Argüiñano o algo para que me enseñe, no te preocupes.
Una vez que acabé el comentario y cenamos, nos tiramos en el salón a ver la tele. (Al fin, desde que había querido verla...)
-No hemos visto el vídeo de los chicos-dijo Sigrid, de pronto.
-Es verdad. ¿Lo vemos?
-Voy por el ordenador.
-¿Cómo se llama el vídeo?
-¡No sé, pregúntaselo!-me dijo mi amiga desde el pasillo.
Atrapé mi móvil y busqué nuestro grupo.
"¿Cómo se llama el vídeo? Queremos verlo, pero no sabemos el título"
"1900" respondió David.
"Pero si queréis verlos todos, sois libres. No hay muchos" dijo Carlos.
"Bien, primero vemos ese y después los otros. Promise"
Sigrid trajo el ordenador.
-Se llama 1900.
-Perfecto, un momento... Ah, sí, aquí está.
-¡Dale!
Sigrid me miró.
-Has sonado muy Pitbull.
-No me insultes.
Ambas nos reímos.
El vídeo empezó.
"MALDITA SEA, HABLA EN FRANCÉS. FRANCÉS NO, POR DIOS"
"JAJAJAJAJAJAJAJAJA"
"Ya os dije que eso no le gustaría" dijo Blas.
"Pero lo tienes abajo traducido en inglés, para que lo entiendas"
"Un detalle, Álvaro, muchas gracias"
"Lo más divertido es que Cris cursa francés al hacer filología inglesa..." dijo Sigrid.
"¿Te quieres callar, so traidora?"
"JAJAJAJAJAJAJA"
Seguimos viendo el vídeo.
-Eh, mira, es Carlos.
-Oh, es verdad.
-Y Álvaro.
-Ala, ala, ala. Quién se iba a pensar eso de Álvaro.
-¡Y mira a Dani! Uy, se ha caído el mando... JAJAJA LAS PILAS ERAN DURACELL.
-Joer Cris, qué vista...
-JAJAJAJAJAJA.
Y entonces salió el trozo en el que Blas y la chica salen del cine y él la besa.
Y entonces dejé de reírme.
-Ehh, mira a Blas también. ¿Cris? ¿Te pasa algo? Eooo, Tierra llamando a Cris.
Negué con la cabeza, intentando situarme.
-¿Eh? ¿Qué? No, nada, estoy bien.
-Ah, vale. Oh, mira, David. JAJAJAJAJAJA ALA. Luego dice de Carlos, pero a él le acaban de cruzar la cara de un guantazo... ¿Te pasa algo en serio? Tienes mala cara.
-¿Insinuas que no soy guapa? ¿Quieres morir?
Se rió y el vídeo se acabó.
-Ah, pues me ha gustado. ¿Y a ti?-me preguntó mi amiga.
-Sí... No ha estado mal.
Mi amiga me miró por un momento, evaluándome.
Después, cogió el teléfono.
-Voy a decirles que ya lo hemos visto.
-Sí, me parece bien. Quiero un Frannpuchino, ¿quieres algo?
-¿Vas a bajar al Starbucks otra vez? Deberías dejar de beber tanto de eso, se van a hacer de oro contigo.
-No importa, necesito salir. ¿Quieres algo o no? Última oportunidad.
-Sí, vale, tráeme lo de esta tarde.
-Perfecto, ahora vuelvo.
Coguí una chaqueta, algo de dinero, me calcé y me fui.
El móvil no paraba de sonarme por los mensajes del grupo.
"Encontrarás..." empecé.
"En el silencio de esta ciudad..." me siguió David.
"Si Carlos está en esa ciudad, no habrá silencio"
"JAJAJAJAJAJAJA"
Todos se rieron de mi tontería.
"Eh, que yo a veces me callo"
"A veces, tú lo has dicho. Pero no suele ser muy a menudo" le dijo Dani.
"¿Te callas?"
Guardé el móvil al entrar al Starbucks.
Por suerte, no había prácticamente nadie, pues casi era hora de cerrar.
Pedí y, antes de volver a casa, me di una pequeña vuelta.
Algo me rondaba la cabeza. Algo relacionado con aquel vídeo. Pero no sabía qué era.
Volví a casa antes de que Sigrid pensara que me habían secuestrado de verdad.
-Has tardado.
-Lo siento, di una vuelta.
-Estás rara. Sabes que puedes contarme cualquier cosa.
-No estoy rara, soy rara, que es diferente. Si lo sé, tranquila que si algo pasa, te lo contaré.
Ella me miró entrecerrando los ojos.
-¿Y entonces por qué no me lo cuentas?
-Porque no me pasa nada.
-Mentira.
-¡¿Por qué nunca me crees cuándo miento?!
-Porque mientes muy mal. Vamos, ¿qué pasa?
-Nada, de verdad. Toma tu bebida de nombre impronunciable, me voy a dormir.
-¿Tan pronto?
-Hay sueño.
-Bueno... Pues hasta mañana.
-Hasta mañana.
Cambié mi ropa por el pijama, me lavé un poco la cara con agua fría y me cepillé el pelo antes de acostarme.
Y, aunque en verdad tenía sueño, me costó dormirme, pues mi cabeza no hacía más que darle vueltas a una cosa.
Antes de dormirme, miré el calendario de Justin Bieber (¿qué? Me gusta) de la pared.
Era lunes. Hasta el viernes, quedaban cuatro días.


¡Ey! Aquí estoy yo, @CrisSombrerita, con el capítulo 9. ¿Os está gustando la novela? Me  encantaría que me diérais vuestra opinión, en serio, ya sabéis que no como (No soy@CarlosAuryn). ¿Podríais pasar, por favor, la novela a más auryners? Me haríais un gran favor. 
Gracias por leerme, en serio.
Besosss


2 comentarios:

  1. "Carlos nuestro que estás en Alicante, santificado sea tu cabezón, ven a Madrid a salvarnos..." Jajajajajaj Me meoo! Que buenoo SIGUIENTE! Me encanta me e enganchadoo! Avisarmee soy @DeeaGabriela699

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  2. no recuerdo haberme reido tanto en años! amo la novela!

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