lunes, 11 de marzo de 2013

Capítulo 12: Soledad.

-Sigrid-
Estábamos con los chicos que nos habían traído el desayuno.
En el salón, hablando de nuestras cosas, había paz y armonía entre Cris y Carlos, cosa que no era muy normal en ellos, cosa que celebré internamente.
Nos terminamos los cafés que tan amablemente los chicos nos habían traído y nos quedamos allí, mirándonos entre nosotros.
-Bueno...-dijo David dando una palmada y asustándome-¿Os vestís o salís en pijama?
Nosotras nos reímos mucho de eso, así que fuimos a nuestras habitaciones (cada una a la suya) para, literalmente, saquear los armarios.
Yo me puse unos vaqueros, una camiseta en la que ponía “Forever Young” y unos tacones altos que tenía por casa, así no nos podían llamar pequeñitas o enanas o cosas por el estilo.
Cris se puso unos pantalones vaqueros, una camiseta blanca con una “C” grande en azul con los tacones de la noche anterior.
Se ve que había pensado igual que yo para que no la llamasen pequeñita o enana.
-Sí que te han gustado los tacones.-dije.
Ella solo sonrió.
Ya preparadas, excepto Cris, que cogió el sombrero de la cinta azul, cogimos los bolsos y salimos, seguidas de los demás, para cerrar la puerta.
Nos dimos una buena caminata, en la que Cris no se quejó ni una sola vez, pero luego, no la gustaba andar, ¿sabéis?
Llegamos al retiro y divisamos un banco que estaba libre, así que antes de que fuese alguien, nos sentamos nosotros.
Nos sentamos en el banco, mirando el lago, (artificial, creo, no recuerdo), viendo los patos y a la gente que estaba en las barcas.
Entonces nuestros amigotes empezaron a discutir.
-Tío, que te estés quieto.-dijo uno de ellos.
-Eres un tiquismiquis.-le respondió el otro.
-No soy un tiquismiquis, tú eres un pesado, que es distinto.
-Uhhhhhhhhhhhhhhh.-dijeron los demás, incluidas nostras.
Adivinad quiénes eran.
Carlos y Dani.
-Tíos, callaos y fuera, narices.-dije.
-Ala, la Sigrid.-dijo mi amiga.
-¿Te callas?-dije.
-Oh, no.-dijeron Álvaro y Dani.-Otra como Carlos.
-¡Eh!-se quejó este.
-¿Cuántas veces he de decir que yo soy yo y él es él?
Ellos se rieron bastante rato, puesto que la noche anterior, también se lo recorde.
Nos levantamos del banco, porque vino un niño con un perro y casi le muerde a Cris.
Carlos se rió mucho con eso.
-Pues a mi no me hace nada de gracia.
-Pues a mi si-dijo este respondiendo a mi amiga.
Paseando, Álvaro preguntó una cosa:
-¿Los patos muerden?
Nos le quedamos mirando.
-¿Qué? Es que no lo sé.
-Compruébalo por ti mismo-le dije.
-JAJAJAJAJAJAJAJA Como que me voy a dejar morder por un pato.
-Nunca se sabe.
Estaba hablando con Dani cuando Carlos y Cris discutían de nuevo, para variar.
-Los patos muerden.-dijo Cris.
-No muerden.-le respondió Carlos.
-Que sí.
-Qué no.
-Sí.
-No.
Y la discusión duró unos veinte minutos, hasta que vino un pato y mordió la pierna de Carlos.
-¿Ves? Te dije que mordían.
Todos nos reímos de eso.
Carlos se estuvo frotando la pierna, con la mirada perdida, o mirando al suelo, yo no estaba metida en su cabeza.
Entonces fue Cris y se subió a su espalda.
-¡ARRE PATO!-dijo.
-¡NO!
Carlos se empezó a retorcer, pero Cris no se bajaba.
A mi eso me molestó enormemente.
Me quedé callada todo el camino y mi amiga se acercó a mí.
-¿Te pasa algo?
-¿A mi?-dije-No, que va.
-Sabes que me puedes contar cualquier cosa.
-Lo sé. Si pasa algo, te lo diré.
Y nos dimos un abrazo.
-Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-fueron los chicos.
No le podía decir a Cris lo que me pasaba, porque no lo sabía ni yo lo que me ocurría. Arg, tenía cada rallada mental...
Después de eso, decidimos ir al restaurante italiano del otro día.
-¡Hola José!-dijimos Cris y yo.
-Hola chicas.
Nos conocía lo suficiente, por eso tanta confianza.
Fuimos a la mesa del otro día.
Yo me puse contra la pared estirando las piernas a lo largo.
Pensando en lo de esta tarde, que no me había hecho gracia eso.
Arg.
-¡Sigrid!-dijo Blas moviéndome, asustado. (Aparentemente, claro)
-¿Qué?
-¿Ves? Te dije que estaba viva, no había que preocuparse-dijo Cris.
Amigas traidoras.
Hazte fan.
¿Quién es la traidora ahora, eh Cris?
-¿Qué vais a pedir?-nos preguntó José.
-Lo mismo de ayer.-dijimos todos, pues ya lo habíamos decidido previamente.
-Genial, ahora vengo.
José no era español, era italiano de toda la vida, pero se llevaba bien con los padres de Cris.
Vino con la comida y se fue, esperando que nos gustase.
¿Nos gustó ayer y no nos iba a gustar hoy? Por favor...
-¿Qué vais a hacer después?-dijo Blas.
-No sé...-dije desganada.
Cris me miró diciendo “Después me lo cuentas” y yo la miré diciendo “No creas monina”
-Podemos ir... a... esto... no sé.-dijo Cris.
-¿Al centro comercial?-dijo David, siempre con sus buenas ideas.
-Claro, vamos.-dije yo, un poco más animada.
Nos despedimos de José, y le dijimos que la comida estaba muy rica y el se quedó feliz.
Con que poco se conformaba la gente, de verdad.
En estas estábamos para llegar al centro cuando un grupo de chicas vino, fangileando, claro.
-¡Oh, chicos!-dijo una de las cuatro chicas-¿Os sacáis una foto con nosotras?
Los chicos aceptaron, claro. ¿Qué otra cosa podían hacer?
Le dijeron a Cris que sacase las fotos, y Cris, a regañadientes, aceptó.
-Mira, le das aquí y listo.-dijo otra de las chicas.
Yo me reí mucho.
A mi amiga no había que explicarle como funcionaba una cámara, porque vivía por y para ellas.
Después de las fotos y un rato de fangileo, se fueron.
-Algo así le paso a Cris cuando vino conmigo al Starbucks-dijo Blas.
-No no, perdona. Tú-dijo recalcando el tú-viniste conmigo.
-¿Qué mas da?
-No da.-dijo Cris riendo.
-El caso es que también le explicaron como funcionaba la cámara.
-Me va a decir a mí como funciona una de esas, ah.
Llegamos al centro comercial y nos lo quedamos mirando.
-Vamos allí-dije.
-Y allí.
-Y allí.
-Y también allí.-dijo mi amiga.
Cogimos a los chicos y nos los arrastramos a la tienda.
-¿Pero por qué tenemos que venir nosotros también?-se quejó David.
-Nos vais a llevar las bolsas.-dije.
-¡Si hombre! ¿Y qué mas?-dijo Carlos.
-JAJAJAJAJAJA
Saqueamos unas cuantas tiendas, desde Claire’s hasta H&M.
No exagero diciendo que llevábamos más de veinte bolsas cada una.
A los chicos les debimos de dar pena, porque nos cogieron las bolsas.
-¡Anda, traed!-dijo Carlos.
Y nos cogió dos bolsas a cada una.
Este chico estaba cada vez más servicial, aunque, sinceramente, creo que le dimos pena.
-¿Y ahora que hacemos?-dije.
-¿Vamos a casa?-sugirió Cris.
-Vale, vamos a vuestra casa.-dijo Carlos.
Este chico se auto invitaba solo.
-Em... tío, que no nos han dicho si podemos ir.-dijo Dani.
-Exacto, ten un poco de compasión.-dijo Blas.
-Si podéis venir, es vuestra casa.-dije.
-¿VÉIS? ¿EH, VÉIS?-dijo Carlos-Podemos ir. ¡TOOOOOOOOOOOOMA!-dijo haciendo un baile raro al que se unió Álvaro.
Cris sacó el teléfono y empezó a sacar fotos.
-Oh no.-dijo David.-Otra vez no.
Todos nos reímos por eso.
A mi me dio envidia que Cris tuviese el teléfono así que lo saqué también.
-Oh no.-dijo Carlos.-¿Tú también con las fotos?
-No, yo no saco fotos.
-Ah, bueno.
-Yo hago vídeos.
-¡Oh no!-se quejó Carlos.
-¿¡ESO ES PEOR QUE LAS FOTOS, EH!?-gritó Cris, con lo que nos reímos.
En mitad del camino, Cris y yo empezamos a decir que nos dolían las piernas.
-¿Os duelen mucho?-dijo David.
-Sí, un poco.-dijimos.
Entonces nos cogieron Blas y David y nos llevaron a caballito y, Cris y yo, tan felices.
Al fin llegamos a nuestro portal, y los chicos seguían con las bolsas, porque nos habían estado llevando y nos bajaron.
-Vamos al ascensor.-dije.
-No caben todas las bolsas ni de coña, vamos-dijo mi amiga.
-Pues que vaya Carlos y Blas con las bolsas y nosotros subimos por las escaleras.
-¿Y POR QUÉ NOSOTROS?-se quejaron los aludidos.
-Por que... si y punto.-dijo mi amiga.
Ellos se resignaron, porque veían que con mi amiga no se podía discutir.
Nosotros subimos por las escaleras, como previamente habíamos dicho, y llegamos tan, pero que tan cansados, que no podíamos ni meter la llave en la cerradura.
-JAJAJAJAJAJAJAJA-se reían ellos de nosotros, hasta que Carlos se llevo la colleja tan esperada.
-¡ESA ES LA COLLEJA QUE QUERÍA VER YO ANOCHE, ESA!-saltó Cris de repente.
Al final conseguimos abrir la maldita puerta y nos metimos en casa.
-Podéis dejar las bolsas ahí-dije.
Ellos obedecieron y se sentaron en el sofá.
Mientras Cris y yo nos fuimos a cambiar a ropa cómoda, los chicos aprovecharon para acomodarse y poner la tele.
-Oh, cómo si estuvieseis en vuestra casa.-dije, sarcásticamente, por supuesto.
-Como debe ser.-dijo Álvaro.
-Me esperaba esa respuesta de otras personas, pero, ¿de ti, Álvaro, de ti?-dije.
-¿Tú que estudias?-me dijo David.
-Artes escénicas, ¿por?
-Porque es perfecto para ti.
Y por haber dicho eso, le lancé lo primero que pillé.
Bueno, eso no es verdad, lo primero que pillaba era a Blas, pero no tenía la culpa de la estupidez que había dicho David, así que le lancé una zapatilla.
-¡Qué esa zapatilla es mía!-dijo Cris.
-Da igual, ya esta en su cabeza.
-JAJAJAJAJAJAJAJA
Puse la tele, y empecé a hacer zapping.
En uno de los programas, salió Doraemon.
-Eh Carlos.-dijo Cris.
-¿Qué?
-¿Qué haces en la tele?
-JAJAJAJAJAJAJAJA-nos reímos todos.
-O sea, primero me llamas pato, eso puedo pasarlo, y, ¿después Doraemon? ¿Qué va a ser lo próximo? Estoy un poco harto.
Nos miramos entre nosotros.
Era la primera vez (estando nosotras delante) que se enfadaba por eso.
Carlos nos miraba con los mofletes hinchados, pero entonces se empezó a reír.
-JAJAJAJAJAJAJA
Al ver que era una mentira, cogimos unos cojines y le aporreamos con estos.
-¡AH, PARAD, PARAD!-dijo Carlos, debajo de los cojines.
-PARTY HARD, ALL DAY, ALL NIGHT!-saltaron de repente David, Dani y Blas.
Nos reímos mucho de eso.
Se hizo de noche, entre risas, conversaciones (o eso se intentaba, porque con una Cris y un Carlos a tu disposición, riéndose todo el rato, no puedes hablar).
-Vaya,-dijo Álvaro.-se ha hecho tarde.
-Nos tenemos que ir.-anunció David.
-Jooooooooooooooooooooooooooooo.-dijimos Cris y yo.
-Bueno, ya nos veremos, ¿vale?-dijo Blas.
Nosotras asentimos, pero aún así, tristes.
-¡Sigrid, la cena!
-¡Cris, el coche!
-¡EH!
Yo me reí mucho.
Ella estaba sentada en el sofá y me acerqué a ella.
-Buenas noches señorita.-dije como si fuese una camarera.
Ella me miraba como si estuviese loca.
-Lo que tenemos esta noche de cenar es... sopa, lasaña, cordero, estofado.
-¿¡EN SERIO TENEMOS TANTAS COSAS!?-dijo ilusionada.
-No, solo pollo con patatas. A la mesa, vamos.
Ella se fue refunfuñando a la mesa.
Fui a la cocina a coger la bandeja, pero se oían desde la cocina sus gritos.
-¡QUIERO COMER, QUIERO COMER, QUIERO COMER!
En serio, esta chica estaba revolucionada.
Le lleve la cena, y ella empezó a, literalmente, comer el plato.
Me empecé a sentir mal, así que no cené nada.
-Come algo.-me dijo mi amiga.
-No quiero nada.
Ella me miró y siguió comiendo.
Después, poco después, a decir verdad, me fui a la habitación, a dormir de una maldita vez.
Nunca me había pasado lo que me pasaba ahora. ¿Por qué había sentido esa “molestia” en el parque?
Necesitaba respuestas...
Al día siguiente, me desperté porque la luz del sol se colaba por la ventana.
Vaya, parece ser que se me olvidó bajar la persiana.
Miraba el techo, todavía, como si ahí pondría “Te pasa esto, esto y esto y eres tan tonta que no lo quieres reconocer”
-Cris-
Ni una llamada, ni un mensaje, ni una mísera señal de vida.
Nada, tan solo esa promesa de "ya nos veremos".
Estábamos ambas en casa, esperando alguna señal, bien de los chicos o bien divina (que viene siendo lo mismo), pero esperábamos en vano y, de todas formas, ¿qué esperábamos? ¿Una llamada? ¿El sonido del timbre? ¿A Carlos diciendo "Tengo hambre" por WA?
Negué con la cabeza.
No podíamos pasarnos toda la mañana en casa, sólo esperando por algo que quizá no llegaría.
Suspiré, miré el móvil por última vez, me levanté de la cama y fui a la habitación de Sigrid.
Algo le pasaba a mi amiga.
Si se lo preguntabas directamente no te lo iba a reconocer, pero yo sabía que era así. Si pretendía engañarme iba lista, tendría que hacerlo mejor que eso.
Pero... ¿Qué le pasaba? ¿Y qué podía haberla puesto así?
Primero yo, por motivos aún desconocidos y ahora ella.
Pues vaya par de dos que estábamos hechas.
Me apoyé en el marco de su puerta y la miré.
Ella estaba tirada sobre su cama, mirando el techo.
-¿Te diviertes?-le pregunté, pasados unos minutos.
-Mucho.-dijo ella.
Tras eso, me miró.
-¿Y tú?
-Oh, sí, mucho. Estoy apoyada en un marco.
-¿Y?
-Marco. Carlos. Todo tiene sentido.
-Pero serás tonta...
Nos reímos.
-Vámonos a dar una vuelta-le sugerí.
-¿Para?
-Para dar una vuelta.
-Mm, tiene sentido.
-Ya te dije que lo tenía.
Minutos después, las dos caminábamos por las calles de Madrid, perdidas en nuestros pensamientos, sin hablar la una con la otra.
Y eso era raro, muy raro. Rarísimo.
Quiero decir, nosotras dos sin hablar. Eso no era posible.
Yo pensaba sobre mí misma, pero también sobre qué pudo haberle pasado a mi amiga. Quería preguntárselo, pero no sabía como sin ser muy directa, es decir "EH, SIGRID, TE PASA ALGO, LO SÉ, DÍMELO O COCINO". No. Eso sería muy extremo. "Sigrid, algo te sucede. Cuéntamelo, pues mi corazón está lleno de preocupación" ¿Qué? No. Demasiado... Ñoño y no era de mi estilo. Mi estilo era más el primero, aunque no.
La miré.
Caminaba sin rumbo fijo (de hecho, fijaros cómo estaría mi amiga que me seguía a mí. A mí. Con mi maravilloso sentido de la orientación. Supongo que ya sabéis que es sarcasmo) con la mirada perdida en algún punto del infinito.
Algo que me confirmo mis sospechas sobre el estado de mi amiga fue cuando me tropecé con un niño pequeño que corría persiguiendo a su globo en forma de pato (qué irónico. Un pato. Ese seguro que no mordía) y me caí al suelo. Sigrid no se rió. Muy raro, dado que toda la gente de la calle sí lo hizo y ella no.
Decidí que, si algo la ocurría, ya me lo contaría, si confiaba en mí (que yo creo que sí, ¿no?).
-Starbucks-dije, pasando al lado de uno.
-¿Quieres algo?
-No. Sin Blas ya no entro a uno. Me da miedo.
-Pero entraste conmigo el viern...
-Sin. Blas .No. 
-Mm, vale.
-Además, no me apetece.
Ella no contestó, aunque me miró raro.
Normal, ¿cuándo decía yo que no quería un Frannpuchino? Definitivamente, algo gordo nos pasaba a las dos.
Seguimos paseando, en silencio.
-¿Qué crees que les habrá pasado?-me preguntó Sigrid, al rato.
Suponía que preguntaba por qué no sabíamos nada de ellos en tanto tiempo (que recordemos no era ni un día, pero... Era demasiado. Aunque fuera un mensaje, jo.)
-Mm... Quizá Carlos se cansó de tanta fiesta aquí y decidió que, si no estaba él, no habría fiesta para nadie, les cogió a todos y se los llevó a Alicante y eso les ha llevado toda la mañana y por eso no nos contestan.
-Mm, podría ser.
-O quizá es que nunca existieron y fueron producto de nuestra imaginación.
-Cris....
-Oh, ¡oh! ¿Y si son como la leyenda de la niña de la curva? Es decir, eran fantasmas que nos recogieron en la carretera y, bueno, una vez que nos ayudaron decidieron que...
-Que estás loca. Eso decidieron.
-Sí, y por eso huyeron sin mirar atrás.
-Está claro.
Sigrid miró el reloj.
-¿Tienes hambre?-me preguntó.
Lo pensé por un momento.
-No.
Y seguimos caminando, en silencio.
-End-
Me vibró el teléfono.
¡Genial! Eran los chicos.
Cuando lo abrí, me lleve la desilusión de mi vida al ver que ponía “Ashley”
“¿Te acuerdas que había de tarea?”
Tenía la inteligencia en el puto culo, vamos.
“Nunca nos mandan tarea, ya lo sabes.”
“Oh, perdón entonces por molestarte.”
Vaya, por WA parecía persona y todo.
Dejé de hablarla en la conversación, porque:
1. No quería hablar con nadie.
2. Estaba deprimida y no sabía el porqué.
3. Me jodía no saber porque estaba deprimida.
¿Deprimida? Esa palabra no se usaba en mi diccionario... hasta ahora.
Rato después, de, sin seguir hablando, Cris empezó a gritar. Quién sabe, tal vez se le había metido un bicho en el zapato.
-¡SIGRID, SIGRID! ¡QUE SON LOS CHICOS, SON LOS CHICOS!
Yo no me lo podía creer.
¡Íbamos a verles por fin, después de tanta espera! (Quizá estaba exagerando un poco)


6 comentarios:

  1. Necesito MARATON YAAAA! ME MATA NO SABER K LES PASA A SIGRID Y A CRIIS!! D: ME MATA LA ESPERA! pues eso, k sigais o ruedan cabezas, con cariño, pero ruedan e.e os kiero!

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    1. Fíjate que ya nos habían pedido maratón antes y lo hemos hablado Cris y yo.
      Lo que hemos decidido es que no haremos maratón de momento porque tenemos estudios y esta es la última evaluación, la más importante.
      Te queremos también. :)

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    2. Haha ya se yo kien os dijo lo del maraton... Mariluz catalan, a k si? Haha soy yoo xD jejeya k os esforzais en estudar espero k
      saceis evaulacion sino cabezas dobles e,e
      Beshiis! Xx

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  2. Dioos dioos dioos, cada veez mas interesante!!! Con ganas de cap nuevo ya! Gracias por avisarmee!! Dioos que les pasara a Sigrid y a Cris haay me mata no saberlo.! Buenoo pued eso que la novela esta geniaal me he enganchadoo no puedo de jar de leerla :D 1 beesoo! >D

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  3. Una amiga me dijo que leyera esta novela y empece esta tarde y acabo de terminarla, es fantastica de verdad! PROXIMO!??!?!?!?!?!!!??? YAAAAAA okno jajajajaja besoss!:)

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    1. No sabes qué alegría nos da a ambas escuchar eso, de verdad :)
      JAJAJA El próximo corre de mi cuenta (soy Cris, ah, ¡sorpresa!) y puedo asegurarte que no se hará esperar, para este fin de semana lo más seguro lo tendrás.
      Besosss :D

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