domingo, 7 de abril de 2013

Capítulo 16: Confesiones.

-Cris-
Al verle aparecer, rápidamente nos separamos e intentamos hacer que no había pasado nada.
Pero claro, era un poco díficil.
-¿Estáis bien?-preguntó.
-¿Qué?-dije-Oh, sí, claro, ¿estás tú bien?
-¿Yo? Divinamente.
-Pues bien.
Carlos se nos quedó mirando a los dos.
No sé bien qué esperaba ver.
Agradecí que no pudiera ver mi interior porque, si lo hiciera, el frenético latir de mi corazón me delataría. Bueno, nos delataría.
Chocolate acudió corriendo hacia nosotros y yo me agaché para acariciarlo, agradeciendo tener un motivo para escapar de la mirada escrutadora de Carlos, que seguía con el palo en la mano, hasta que se dio cuenta de ello, y lo dejó caer.
-¿Qué tal te lo has pasado con el tito Carlos, eh cariño?
Carlos se rió mucho con eso.
-¿Le llamas cariño?
-¿Qué tienes envidia o qué, eh? ¿Te llamo a ti también así?
-No me van esas cosas cursis.
-Tú te lo pierdes, cari.
Se rió.
Tanto el perro como Carlos estaban cansados ya de correr tras un palo y demás, así que, haciendo gala de sus dotes de César Millán, le puso de nuevo la correa y emprendimos el regreso a casa. (Guiados por Blas, por supuesto, que hasta entonces no había vuelto a pronunciar palabra).
¿Qué diantres había pasado antes?
Yo no podía haberle hecho eso. Yo no era así. Quiero decir... Yo no me avalanzo así contra la gente. No tengo esa costumbre.
Estaba realmente confundida.
Por un lado, porque esa que había estado en el parque hace apenas unos instantes no era yo y por otro porque lo que había pasado me había gustado. Bastante. Mucho.
¿Y ahora qué? ¿Esto que había supuesto? ¿Es que debía hacerme ilusiones o volver a repetir lo de antes de nuevo?
No, no, no. Maldita sea, estoy era complicado. Muy complicado.
¿Y ahora por qué no hablaba como antes? ¿Se habría enfadado conmigo? ¿Por qué, si habíamos sido los dos?
-¿Quieres llevarlo tú?-me preguntó Carlos, sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué?-dije, intentando conectarme con el mundo.
-Es tu perro, deberías llevarlo tú.
-Pero es muy grande, tendrá mucha fuerza, tú eres un hombre hecho y derecho, cari.
Él volvió a reírse.
-¿Dices que es grande? Lo que mide no es nada. Cuando crezca, será el doble de grande.
-Debimos de haber adoptado un chihuahua...
-Ese al menos sí que podrías pasearlo sin miedo, eh. Adaptado a tu estatura.
-Oye cari, no te pases.
Se rió a carcajadas.
-Me hace gracia que me llames así. No te pega.
-Sabrás tú qué me pega a mí.
-Quizá lo sepa.
-Venga, no os peléeis.
Ambos miramos a Blas.
¡Al fin pronunciaba palabra! ¡No se había quedado mudo!
Dios, qué alivio.
Carlos me tendió la correa.
-Cógelo. Si quieres, no la suelto y lo llevo contigo. Pero no te acostumbres, sólo hoy.
-Vale, pero como tire, suelto y sales volando tú.
Se rió.
-Traidora.
Cogí la correa y seguimos andando, por lo que pude seguir metida en mis pensamientos. ¿Y ahora qué? ¿Se lo decía a Sigrid? Una parte de mí quería hacerlo, pero otra no. ¿Por qué? Nunca había tenido secretos con mi amiga. Ella podría aconsejarme, como siempre había hecho, pero... ¿Entonces por qué no quería contárselo?
-End-
-Sigrid-
Blas, Carlos y Cris se fueron a pasear a Choco y a mi me dejaron sola.
Bueno, sola... Con Dani, David y Álvaro viendo una peli.
Al rato, oímos la puerta que se abría, y deducimos que eran Cris, los niños y Choco.
-¡CRIIIIIS!-dije yendo corriendo hacía ella-¿No te han hecho nada, no?
Blas y ella se miraron, pero no dijeron nada.
-¿Qué esta pasando?
-Yo estado con ellos todo el rato y no ha pasado nada.-dijo Carlos.
Pues ea, que no sabía nada y podía estar segura de que Cris no me lo iba a decir así porque sí.
Ya me lo diría si quería (cosa poco probable)
Álvaro, Dani y Blas se sentaron en el sofa, mientras que Cris y David se sentaron en otro.
Yo estaba en la cocina y Carlos jugando con Choco.
Mas que jugando le estaba enseñando trucos raros.
-¿Hueles esto?-le dijo Carlos, enseñándole un poco de chocolate.-Tienes que buscar el resto cuando yo te lo diga.
El perro olisqueó el chocolate.
-¡Carlos! ¡No le enseñes esos trucos al perro!-le reñí.
-Pero es que soy su tío.-protestó él.
-Como si eres la pata de la mesa del amigo del amigo del vecino, me da igual.
Los demás no hacían más que reírse.
-Puedes jugar con él, pero no enseñarle trucos estúpidos que no le van a llevar a ninguna parte.
-Traidora.
Y por decir eso, le pegué en el hombro.
Me fui a la cocina, ha seguir con la cena.
Entró Dani a la cocina.
-¿Qué haces?
-La cena. O eso intento. Estoy tan distraída que acabo de quemar las salchichas. Dime tú como se pueden quemar unas salchichas.
Él se río.
Cogí una pizza congelada y la metí al horno.
-¿Ya no quieres salchichas?-dijo.
-No, prefiero pizza, la verdad.
Paso un rato, en silencio, la verdad, bastante incómodo, hasta que se oyó un grito de Carlos y después nada.
Asustados, Dani y yo fuimos al salón.
Choco estaba encima de Carlos, lamiéndole toda la cara.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
-¡Choco! Fuera de ahí.
-¿Cómo que “ahí”? No soy un objeto.
Sonó la campana del horno y yo fui corriendo a por la pizza.
Era bastante grande, una familiar se la podría llamar.
Cuando llegué al salón, los chicos se iban, así que deje la pizza en la mesa (con un plato) y fui a la puerta a despedirlos.
-¿De verdad que no os podéis quedar a cenar?-preguntó mi amiga como por sexta vez.
-¿Te quieres quedar sin comida?-dijo Álvaro.
-Siempre yo, siempre yo...
-Bueno...-dije.-¿Nos vamos a ver mañana por la tarde?
-Si no nos secuestran, sí.-dijo Blas con seguridad.
-¿Estaréis aquí vosotras?-dijo Dani.
-Toma, pues claro.-dijo Cris.
-Si queréis, nos vamos de party hard, no te fastidia.
Todos nos reímos.
Cerramos la puerta, pero nada más oímos la puerta del portal (¿De que si no?) nos asomamos a la ventana.
Y ahí estaban ellos.
-Mírales.
Cris les miro, como yo la dije, pero casi me muero del susto.
-¡CARLOS TIENE EL FELPUDO!
-¿Qué va a tener el...?
Me callé cuando vi que era cierto.
¡Y nos miraba desde la ventana, riéndose! Era el colmo.
Cris bajo como una exhalación pero yo, como era muy vaga, me quedé mirando por la ventana.
No se oía nada (puesto que vivíamos en un 4º piso).
Solo se veía a Cris ir corriendo donde Carlos. Éste, se daba cuenta de que mi amiga iba donde él y echo a correr, pero Cris lo atrapó.
Carlos le devolvió el felpudo por los gritos de Cris (estos si que se oían).
Cris cogió su amado objeto y le dio con éste en la cabeza.
Después, vino a la puerta, se metió las manos en los bolsillos, pero vio que no tenía las llaves, así qué no le quedó otra que llamar al interfono.
-¿Sí?-dije.
-Ábreme, anda.
La abrí la puerta, intentando no explotar de la risa.
Se dirigió al salón y se sentó en el sofá, esperando (supongo) a que la llamase para cenar.
Cogí la pizza y el cortapizzas (tiene sentido) y la corté.
Llamé a Cris, para que viniese a cenar ya, que era hora, pero me sorprendió su respuesta.
-No tengo hambre, me voy a la cama ya.
Eso me dejó tocada. ¿Cris sin hambre? Era como Carlos callado. O sea, increíble.
Llamé a Carlos inmediatamente.
Y el contestó al momento.
-¿Si?
-¿¡QUE LE HICISTE A MI AMIGA!?
-¿Qué?-dijo totalmente desorientado.
-Qué eso. ¿Qué le hiciste a mi amiga?
-¿Yo? ¡Pero si no la hice nada! Por una vez que no hago nada... ¿Por qué lo dices?
-Por que nada mas subir de pelearse contigo, se ha ido a la habitación-dije.
-Ah, pues no sé.
Mientras hablaba con Carlos me dirigí a poner la televisión (con la pizza). La encendí y echaban Pokémon, así que eso deje.
-¿Qué haces?-me preguntó Carlos.
-Veo Pokémon.
-¿Ves eso?
-Problem?-dije.
-Nah, si a mi también me gusta. Espera que lo pongo.
Se oyeron algunos gritos y entre ellos a Dani quejándose.
-¿Carlos?-decía preocupada-¿Qué esta pasando ahí?
-Nada, tranquila.
-¿¡CÓMO QUÉ NADA, EH!?-gritaba Dani.
-Ni caso-me dijo Carlos.-¿Qué pasa ahora con los Pokémon?
-Nah, Pikachu ataca a los malos, el Team Rocket esos rancios y después salen volando y dicen su típica frase.
-¡El team rocket despega de nuevooooo!-dijimos a la vez.
Nos reímos.
-Somos unos pavos.
-Pero vivimos con ello-dijo.
-Muy cierto.
Estuvimos un rato hablando hasta que le dije que me moría de sueño.
-Pues ya hablaremos, ¿va?-dijo.-Qué descanses.
-Claro-sonreí aunque supiese que él no me veía-Qué descanses también.
Colgué el teléfono y miré el plato donde, anteriormente, estaba la pizza.
Entre tanto Pokémon y Carlos (qué el niño si que hablaba, Cris tenía razón), no me había dado cuenta.
Fui a mi habitación después de dejar todo en su sitio y me puse el pijama.
Me dormí al momento, cosa rara en mí, porque yo era de dar vueltas en la cama minuto si minuto también.
Me desperté porque la luz del sol se colaba entre los agujeros de la persiana dándome, de tal manera en los ojos.
Me levanté, refunfuñando, ya que odiaba despertarme así y no por el sonido del despertador. Justo cuando iba a quitar la alarma, empezó a sonar como si la pagasen por ello y casi me revienta los tímpanos.
Desperté a Cris, que estaba dormida como un tronco.
-Venga Cris, levanta ya.
Ella no se levantaba.
-Cris, venga, que si no llegaremos tarde.
-No me encuentro bien-dijo.
Le puse la mano en la frente y estaba ardiendo.
-Pues parece que tienes fiebre...
Fui a por aspirinas, pero, desgraciadamente, no había.
Tenía que comprar.
-Cris, yo voy a la uni, tú quédate y, cuando venga te doy una aspirina, es que no hay.
Ella se quedó en la cama, revolviéndose cada segundo porque no sabía en que posición ponerse a causa del dolor.
Fui a mi habitación, a vestirme, ya que seguía en pijama.
Cogí unos vaqueros, una camisa y mis amadas Vans, de las que nunca me separaba.
Puse agua nueva a Choco, le deje la comida suficiente hasta que yo llegará y con las mismas me fui.
Llegué a la universidad justo a tiempo, pero mi cabeza estaba pensando mas en Cris que en lo que pasaba en el día.
Entre a clase. Como no miraba por donde iba (ya he dicho que estaba distraída) me choqué con una mesa y caí de culo.
Ashley se empezó a reír de mí como si no hubiese mañana.
La fulminé con la mirada con todo el odio que podía contener en esta, pero como todo el mundo sabe (o quizás no todo el mundo) no puedo odiar verdaderamente a nadie.
Empezó la clase, y nuestro antiguo profesor, el profesor delgado entró en clase.
A mi la clase ya me daba igual, no iba a haber obra.
En el recreo, me fui a la biblioteca (¡YO en la biblioteca!) y me senté a leer el libro de “En llamas” de la saga de los juegos del hambre.
Cuando el recreo terminó me fui ya a mi clase, otra vez.
Las horas pasaron rápido (tenía ganas de llegar a casa) y a las dos busqué a Pedro.
Le vi rodeado de unos compañeros. Le cogí del brazo, así, sin avisar y le arrastré fuera.
-Pedro yo...
Empezó a gritar como si le fuese la vida en ello.
-Pedro deja de gritar.
Paró.
-Solo quiero pedirte los apuntes de hoy, que Cris no ha venido.
Me miró, como si quisiese descubrir si le estaba mintiendo o, si de verdad le decía la verdad.
Al final me dio los apuntes y yo le dije que muchas gracias y él me dijo “bien, vale, adiós”
Estuve por pegarle pero... nah.
Después de pedirle los deberes a Pedro salí corriendo de la universidad para dirigirme a la farmacia.
Entré a la mas cercana (y la única que conocía) y pedí unas aspirinas.
¿Habría mejorado Cris? Esperaba que sí.
Salí de la farmacia deprisa y fui a casa.
Subí rápido las escaleras, ni me molesté en subir en ascensor. (Pero llegué más rápido)
-¿Cris? ¿Sigues en la cama?
Me dirigí a su cuarto, que es dónde estaba.
-Toma, anda.-dije dándole una aspirina-Igual así te pones mejor.
Ella se la trago.
Me di cuenta de que Choco estaba con ella, tumbado cual larga era la cama.
-¿Te puedes mover?-dije.
-Si, ¿por?
-Ah no sé. Tienes al perro tumbado en la cama, que es el doble de grande que nosotras, si eso es posible y... ¿has descansado bien?
Ella asintió.
Me llegó un WA.
“¿A qué hora queréis que estemos allí?” dijo Carlos.
“¿Qué hora es?” dije.
“Las 3 y pico.”
“Ah... esperad, que le pregunto a Cris.”
-¿Qué pasa?-me dijo cuando giré la cabeza.
-Son los chicos. Qué dicen que a que hora vienen.
-Pues...-se quedo pensando-A las cinco, ¿les viene bien?
“¿A las cinco os viene bien?”
“Si, a las cinco.” ese fue Dani.
-Que a las cinco vienen.
-Vale.
-A todo esto... ¿Qué has hecho mientras yo no estaba?
-Pues... como me aburría he llamado a Choco, que es esa la razón de que esté aquí. Le he acariciado un rato y me he puesto a hablar con él, pero no me respondía.
-¿Estás bien?-dije tocándole la frente-¿Te ha afectado la fiebre?
-Quita, loquis. Bueno, después de hablar con Choco, me seguía aburriendo así que cogí el teléfono y hablé por WA con Álvaro.
Yo asentía.
-Hasta que se ha cansado de mí y me ha ignorado.
-Igual tenía algo que hacer.
-Ya, claro, típica excusa...
La deje en la cama, hablando con Choco otra vez.
A veces me daba miedo.
Cogí un bocata de la nevera, tenía hambre pero muy pocas ganas de cocinar nada.
Me senté en el sofá y cogí el portátil. Cambié el fondo de éste a una foto mía con Cris y los niños.
Dios, cuanto cariño les había cogido sin quererlo.
Me metí a las redes sociales, estuve un rato y, de repente, llamaron al timbre.
Me miré al espejo y me peiné un poco.
-¡Hola chicos! ¿Qué tal?-dije dándole un beso y un abrazo a los cinco.
-Hola pequeñaja-dijo Carlos. Le miré mal-¿Dónde esta Cris?
-Está en la cama, se encuentra mal y no ha ido a la uni.
-¿Tan mal esta?-dijo Álvaro.
-La verdad, si.
Entonces, Cris vino al salón y se quedo mirando a Álvaro.
-Cris-
Me mostré visiblemente enfadada, cruzándome de brazos y adoptando una posición de enfado.
Qué pintas tendría yo, que iba en pijama y con los pelos revueltos de haber estado dando vueltas y vueltas y esa cara que se pone cuando has tenido (o tienes) fiebre. Tendría un aspecto de risa.
Aunque todos estaban allí, yo sólo miraba a Álvaro.
-Tienes mala cara.-observó Carlos.
-La que se me pone al verte a ti-dije, sin mirarle.
Ninguno dijimos nada, hasta que avancé hacia él para ponerme delante suya.
-¿Tú eres tonto o qué, eh? ¿Crees que puedes ignorarme?
El resto de Auryn se miró desconcertado. Claro, no sabían de qué iba el tema.
-¿Cuándo te he ignorado yo?-preguntó Álvaro, inocentemente.
-Hace no mucho, en el WA.
-¿Me dijiste algo más aparte de eso?
-¿Qué si te dije más? ¡Mucho más! Puede que delirara en la cama, pero no estoy loca.
-Bueno, eso dices tú...
La mirada que le eché a Carlos fue suficiente para callarle. O eso, o mi aspecto, pero no estaba como para preguntarle ahora qué le hizo callarse.
Mientras Álvaro sacó el móvil y comprobó, efectivamente, que tenía más de un WA mío.
-No era mi intención ignorante, de verdad, pero lo tenía en silencio.
-Claro, qué excusa. Ya no quiero trato contigo.
Dicho lo cual, me di la vuelta, me metí en mi cuarto y cerré la puerta.
Los chicos miraron a Sigrid.
-Cris es muy dramática y, sobre todo, muy susceptible cuando se pone enferma...
Abrí la puerta.
-¡TE HE OÍDO!-grité y cerré de un portazo.
-Da miedo-dijo Dani.
-¿Y cuándo no?-dijo Carlos.
-Menos mal que no te ha oído...-dijo David.
Pasaron al salón.
-Os prometo que no era mi intención ignorarla. Hablábamos y me molestaba el sonido, así que lo puse en silencio, dejé el móvil un momento y me olvidé de la conversación.-se justificó Álvaro.
-No le digas que te olvidaste de la conversación que entonces te mata, definitivamente.-le avisó Sigrid.
-¿Y Chocolate?-preguntó Carlos, que lo había estado buscando por todo el salón.
-Está con Cris en su cuarto.-le dijo mi amiga.
-¿Qué? Oh, no. Que alguien vaya a buscarlo.
-Ve tú.-le dijo David, encendiendo la tele.
-Si voy yo, no vuelvo. Me matará.
-Tonterías-le dijo David-Al que quiere matar es a Álvaro.
Este le hizo burla.
-No te preocupes, Álvaro. A Cris se le pasará en seguida. Siempre es igual.
-¿Vas a ir a buscar el perro, Carlos?-le preguntó Dani al ver que Carlos se dirigía al pasillo.
-Si nadie más va a ir...
-Ya voy yo y así hablo con ella-dijo Blas, levantándose del sillón.
-Ahí va un valiente-dijo Dani y todos se rieron.
-Tú puedes Blas, ánimo-dijo Carlos dándole unos golpecitos en la espalda a Blas cuando este pasó a su lado-¿Tienes chocolate, Sigrid?
-Cris se lo acabó ayer.
-¡Maldita!
Mientras tanto, yo había entrado en mi cuarto tras el portazo y eché a Choco de la cama para hacerla. Estando ellos en casa, ya no iba a dormirme.
La hice en un tiempo récord y, nada más hacerla, Choco se subió en ella.
Abrí el armario, saqué unas mayas negras y una camiseta de tirantes gris que decía "I kissed a girl and Katy Perry wrote a song about it", lo puse sobre la cama y busqué el cepillo del pelo por los cajones.
Me lo desenredé rápidamente y me quité el pijama, quedándome en ropa interior.
-Es inquietante desnudarme frente a un perro. No le cuentes a nadie lo que has visto, ¿eh, Choco? 
Mi perro ladeó la cabeza y yo me lo tomé como un "vale".
Estaba abrochándome el sujetador cuando la puerta de mi cuarto se abrió y Blas entró.
Los dos nos quedamos mirando un momento a los ojos, luego su mirada bajó y se dio cuenta de cómo estaba yo.
Yo tardé un segundo más en darme cuenta, no así los colores de mis mejillas y me di la vuelta.
-¡Lo siento, no vi nada, me voy!
Y oí cerrarse la puerta.
Al girarme, ya no estaba.
Me senté en la cama un momento, a pensar en lo que acababa de pasar e intentaba no morirme de la vergüenza. Blas me había visto, esto...
Choco me chupó un brazo.
-¡Te dije que no se lo dijeras a nadie!-dije, recriminándole.
Blas volvió rápidamente al salón, algo enrojecido y se dejó caer en el sillón.
-¿Y el perro, Blas?-preguntó Carlos.
Este negó con la cabeza.
-¿Te pasa algo?-le preguntó Sigrid.
Blas volvió a negar.
-¿Qué te ha hecho?-le preguntó Álvaro, temiendo por su vida.
Otra negación con la cabeza.
Pasados unos minutos aparecí yo, vestida, junto con Choco.
Miré de reojo a Blas y me senté junto a David, Álvaro y Dani en el sillón.
-¡Choco!-dijo Carlos, corriendo al encuentro del perro.
Se fundieron en un abrazo y se pusieron a jugar en el suelo.
-Esto Álvaro yo... Lo siento.
Álvaro (y todos, menos Blas) me miraron con sorpresa.
-¿Se puede saber qué ha pasado ahí dentro?-dijo Dani.
-Nada, que me ha convencido. ¡Lo siento, Álvaro, de verdad!
Y le di un abrazo. Uno bastante largo.
Una vez reconciliados, nos pusimos a hablar.
Bueno, ellos hablaban, Carlos jugaba con el perro, Blas estaba en otro mundo y yo pensaba.
Ay, ay, ay.
Vamos a ver.
Primero. Ayer Blas y yo nos besamos.
Segundo. Ayer (y hoy) le eché de menos como no había echado de menos a nadie en mi vida.
Tercero. Hoy me veía a medio vestir.
Bien, bien, ¿qué debemos suponer de todo esto? A) Estoy enamorada B) Soy imbécil C) Tanto A como B son correctas.
Pero eso no podía ser, ¿o si? Quiero decir... ¿Por qué Blas? ¿Y por qué ahora? Y esa no es la mayor pregunta, si no... ¿Por qué yo, Blas?
-Corre, Choco. Hazlo.
El perro corrió a mi habitación y volvió al cabo de un minuto con mi bolso entre los dientes.
-¡Sí, lo has hecho muy bien!-le dijo Carlos, acariciándolo, mientras le cogía el bolso y sacaba mis chocolatinas de él.
-Cris, eh-Álvaro me dio un codazo para sacarme de mis pensamientos y enseñarme qué hacía Carlos en la realidad.
-¿Qué...? ¡Ah! ¡Carlos, mi bolso! ¡Mi chocolate! ¿Qué haces con él?
-Sigrid me ha dicho que te acabaste el chocolate, pero yo quería.
-¿Y con qué permiso cojes mi bolso y mi chocolate?
-Con el tuyo, el que me diste en París.
-Lo que pasa en París se queda en París, Carlos.
-Nah, creo que no.
Y le pegué una patada, pero la esquivó.
Miré a Blas.
Estaba en el sillón, sin moverse, sin hablar, sin mirar a un punto fijo.
¿Qué iba a hacer en mi habitación? ¿Querría hablar conmigo? ¿Ir a por Chocolate?
¿Ambas cosas? ¿Nada de eso?
-¿Empezamos con el karaoke?-sugirió Sigrid.
-Primero hay que sacar a Choco.
-Tú y el perro Carlos, tú y el perro...-dijo David.
-Bueno, pues ve y cuando vuelvas empezamos.
-Eso iba a hacer-dijo él, levantándose del suelo.
Fue a la cocina, cogió la correa y volvió al salón.
Este tío se paseaba como Pedro por su casa. (¡No, Pedro no!) Quizá Sigrid no debiera haberle dicho que esta también era su casa. Eso era peligroso.
-Espera, cari, voy contigo.-dije, levantándome del sillón y yendo hacia él.
David y Dani se empezaron a reír a carcajadas con lo de "cari", Álvaro me miraba sin comprender, Sigrid estaba un poco descolocada y Blas nada, como ya se sabía la broma...
-¿Cari? ¿CARI? JAJAJAJAJA.
Dani ya había empezado a llorar de la risa.
-¿Qué os pasa? ¿No os gusta cómo llamo a Carlos?-dije yo, inocentemente.
-Oh, es perfecto.
-¡Cari no tardes mucho en venir, eh!-dijo David y él y Dani rompieron a reír de nuevo, esta vez con Álvaro también.
Carlos estaba ahí plantado en el hall, sin decir nada.
Por primera vez en su vida, no decía nada.
O era un milagro o era algo muy raro.
-Espera que cojo una chaqueta y nos vamos-le dije.
-Sí, cari. JAJAJAJAJAJAJA.
-Bueno David ya vale, que tenía gracia pero hace cinco minutos.- dije, pero nada.-¿De quién es esta chaqueta?
-Mía-dijo Blas.
-Me la llevo, ¿vale?
-Claro.
Me la puse, sin abrochar.
-Bueno ahora venimos.
Y salimos de allí antes de que pudieran decir nada más de lo de "cari".
Carlos llevaba al perro y yo caminaba a su lado, puesto que Blas no había querido venir hoy.
-Siento la que te he líado con eso de cari.
-Bah, no te preocupes.
-Ahora se reirán de eso.
-Buscáles a ellos otros iguales.
-¿Qué? No pienso llamar a Dani "mi amor" o a David "mi churri" ni cosas de cosas.
Carlos se rió.
-¿Por qué? Hace gracia.
-Mm.
-Si no lo haces me enfado contigo por lo que me has hecho pasar con lo de cari. Qué vergüenza.
-¿Tú? ¿Vergüenza? ¡Anda si no la conoces!
Ambos nos reímos.
-Está bien, está bien. Luego les diré nombres empalagosos y estamos en paz, ¿de acuerdo?
-Vale. Lleva a Choco tú.
-Creí que habíamos dejado claro que tú eras César Millán.-le dije.
-Llévalo, vamos.
-No, que me tirará.
-Si lo hace, yo te cojo.
-Mentira, no lo harías.
-Es verdad, pero bueno...
Le pegué en el brazo un par de veces.
Al final, le convencí para que lo lleváramos los dos, como ayer. Así al menos no saldría volando si a Choco le daba por ponerse a tirar.
-¿Y qué ha pasado antes con Blas?-preguntó, así de repente.
-¿Cuándo?
-Pues cuando ha ido a tu cuarto y eso.
-¿Qué le ha pasado?
-Ha vuelto rojo. Y no ha dicho palabra.
-Ah.
-¿Pero me lo vas a decir?
-¿Es que acaso te interesa?
-Si no, no preguntaría.
-Pues digamos que no tienes por qué saberlo.
-¡Eh!
-Es que si te lo cuento a ti, se lo vas a decir a todo el mundo. Eres un bocas.
-¡Eh!-volvió a quejarse-Como te pasas conmigo cuando no está Sigrid para defenderme.
Sonreí con malicia.
Carlos sacó el móvil, soltó al perro un momento, dejándomelo a mí, escribió algo, me sonó el móvil, lo guardó y volvió a coger al perro.
Antes de que pudiera coger el teléfono, este sonó unas cuantas veces más.
Cuando al fin lo miré, vi que eran mensajes de WA. Del grupo.
"¡Sigrid, ayúdame! D:"-C
"Que estará pasando ahí con el perro..."-Á.
"¿Cris te ha dicho algo? ¡Cuando vuelvas a casa te enteras!"-S.
Miré a Carlos.
-¡Eres un traidor, tío!
Y le pegué un rato más.
-Ya no te voy a decir nada.-le dije.
-Oh, venga, era una broma.
-Ya, claro, como todo.
-Venga soy de los tuyos, ¿recuerdas?
-Eres de los míos cuando te interesa, Carlos.
-Te prometo que no diré nada. Sé guardar un secreto.
Le miré, evaluándole.
No tenía ni pensando contárselo a Sigrid, pero...
-Vale, pero sólo si me prometes que no lo dirás y que no te reirás. Ah y que quedará entre tú y yo.
-Te lo prometo.
Sonó sincero, así que se lo conté.
-JAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
-¡Me dijiste que no te reirías!-le dije.
-Lo siento es que JAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJA Joder con Blas, tío. JAAAAAAAAJAJAJA. Con razón no decía nada.
-¿Qué insinúas, eh?
-¿Yo? Nada, nada. Jajajajajaja.
-Ya sabes, no se lo digas a nadie.
-No, claro que no.
-Y ahora llévame a casa, vamos-dije, sacando el móvil-Que ya sabes mejor que yo dónde está.
Fui mirando el móvil mientras Carlos y Choco me guiaban hasta casa.
-Me gusta tu camiseta.-dijo él, así de repente.
-¿Si?
-Sí, es que me gusta mucho Katy Perry.
-Yo la besé y mira, escribió una canción.
Le dio la risa con eso y tuvimos que parar en mitad de la calle para que se riera, porque no era capaz de andar.
La gente nos miraba raro, pero en fin.
Al final se calmó y seguimos andando.
No sé por qué le había cogido la chaqueta a Blas, si tenía la mía por ahí. Pero había hecho bien. Olía a él. Y eso, me gustaba.
-¿Qué haces?-dijo, metiendo la cabeza en mi móvil.
-Miro Twitter-dije, apartando su cabeza, que me impedía ver.
-¿Tienes Twitter?-dijo, mirándome.
-La pregunta es ¿quién no lo tiene?
Ambos miramos a Choco y nos volvimos a mirar.
-No le vas a hacer un Twitter a mi perro.-le dije.
-¿Me lo vas a prohibir tú?
-Eres un loco.
Se rió y seguimos.
-No sabía que tenías Twitter.
-Ay, Carlos, hay tantas cosas de mí que no sabes...
-Si tienes, ¿por qué no nos sigues?
-Ah, ¿qué tenéis? Yo sigo a vuestra cuenta de AurynOficial.
-Cada uno, aparte de esa, tenemos una cuenta.
-Ah, sí, mira. Aquí estás. Ale, ya te sigo. ¿Eres feliz ya?
-Más o menos, gracias.
Subimos a casa.
-Como vuelvas a llevarte el felpudo, te mataré.
-Sí, vale, no lo haré más.
Abrí la puerta y entramos los dos en casa, seguidos de Choco, que ladraba todo el rato. Hay que ver lo que se parecía a su tito Carlos.
-End-
-Sigrid-
Oímos los ladridos de Choco y supimos que Cris y Carlos habían llegado ya.
Cuando Cris llegó al salón, la reñí.
-¿QUÉ ES ESO DE MALTRATAR A CARLOS, EH?
Ni ella ni yo nos podíamos aguantar la risa.
-¡Que no vuelva a ocurrir!
-Sí, mamá pato.
-Cuack.
Los chicos se rieron.
-Hola cari.-dijo David.
-¿Qué tal el paseo, cari?-dijo Dani.
Ellos no hacían más que desternillarse de risa.
Entonces Cris fue donde Dani.
-Hola, mi amor, ¿qué tal?
Dani se quedó a cuadros y, los demás, con una cara de LOL muy grande.
Carlos no hacía mas que reírse.
-Anda, vamos a jugar al karaoke, bebé.-le dije.
-Vale cari.
Los chicos no hacían más que reírse.
Pusimos el karaoke (que no era otra cosa que la Play 2)
-¿Nos seguís en Twitter?-saltó de repente Carlos.
-Yo sigo vuestra cuenta oficial, nada más-dije.
-Y yo a ti y a la cuenta oficial.
-¡Cómo es esto posible!-dijo Blas, recuperando la capacidad para hablar.-´¡Nos seguís ahora mismo!
Les seguimos y, al momento ponía que ellos nos seguían.
Nos metimos en nuestro papel fangileante.
-O Dios-dije-¡Qué Auryn me sigue!
Y nos pusimos a gritar.
-JAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJA.
-Pasado este momento de eufórico, vamos a jugar.-dijo Cris, con lo que nos reímos.
Fui yo primero, pero me tocó, por desgracia, un dúo.
-Jo, ¿y con quién lo hago yo?
-Venga, que lo hago yo contigo.-dijo Carlos.
Y nos pusimos a cantar como si no hubiese mañana.
Después fue Cris, que le toco cantar una de Rihanna, a Blas una de Jason Derulo, a Dani una de Miley Cyrus, a David una de Michael Jackson y a Álvaro una de Lady Gaga.
-¡No sé porque me ha tocado Lady Gaga!-dijo.
-Porque te amamos, por eso.-dije.
Después de cantar, nos sentamos.
-Cantáis bien.-dijo Dani.
-Oh gracias.-dije.-En parte me gustaría dedicarme algún día a la música pero... no lo veo probable.
-Gracias.-dijo mi amiga sonriendo.-Pero prefiero el baile, la verdad.
Todos nos reímos de eso.
-¿Bailarías algo conmigo?-le dijo Blas a Cris.
Ella se quedó pensando, pero aceptó.
-Claro, lo que quieras.
De repente Carlos se empezó a reír.
Asustaba.
-¡Venga,-dije-pues pon una canción!
Y tocó una lenta.
Estuvieron la mitad de la canción bailando.
-Que bien baila Blas.-le dije a Carlos.
-Ya ves.
-No estoy ciega.
Él se rió mucho con eso.
No sabemos ni como (a ver, eso lo sabemos) ni por qué, pero Blas besó a Cris. Así, sin mas.
Nos quedamos con una cara... se nos había ido la mandíbula al suelo.
Y Cris... estaba en... shock.
Se fue a su cuarto, corriendo, dejando a un Blas desconcertado en el salón.
Él me miró.
-Lo mejor que puedes hacer es ir a su cuarto.
-Pero esta vez, llama a la puerta.-dijo Carlos.
Todos le miramos, intentado descubrir el por qué de sus palabras.
Blas hizo caso omiso de su comentario y fue al cuarto de Cris.
-Cris-
Entré corriendo y cerré la puerta tras de mí.
Apoyé la espalda en esta y me llevé una mano a los labios.
Me rocé los labios con la punta de los dedos, suavemente.
Aún podía sentirlo.
Me mordí el labio inferior y me aparté de la puerta.
Fui hacia mi escritorio y apoyé las manos en él.
Suspiré.
Vale, bien, bien.
Ahora no había sido en un parque, cuando Carlos no miraba. Ahora no habíamos sido los dos. Había sido él. Él, él, él y nadie más que él.
Y delante de todos nuestros amigos.
¿Qué quería decirme eso? Esto, entonces... ¿Iba de verdad?
Oí cómo se abría la puerta y alguien entraba sin hacer ruido.
Sin girarme, ya sabía quién era.
Cerré los ojos mientras volvía a suspirar.
Fuera lo que fuera, si esto iba en serio o no, iba a descubrirlo muy pronto.
Me giré y comprobé, en efecto, que era Blas quién había entrado.
Estaba de pie, a unos pasos de mí, mirándome.
Clavé mis ojos en los suyos, en aquellos ojos que me gustaban tanto, desde aquel primer día que nos vimos en París, en aquella carretera alejada de la mano de Dios, pero que no me había atrevido a decirle que me gustaban hasta ayer.
¿Cuánto tiempo llevaba yo así...Por él? ¿Y él así...Por mí?
Cierto es que en París pasamos bastante tiempo juntos, pero, ¿tanto cómo para esto?
"-Lo que pasa en París se queda en París, Carlos.
-Nah, creo que no."
Carlos.
Él fue el que me dio el número de Blas. Recuerdo claramente que el papel me lo dio a mí.
Estaba segura de que él sabía de esto. Y que sabía bastante, además. Más de lo que me reconocería si se lo preguntaba.
No decía nada. Ninguno de los dos decíamos nada. ¿Por qué, con todas las cosas que querríamos decirnos?
Tenía miedo de dar un paso en falso, pero, ¿qué paso en falso si Blas ya me había asegurado el camino? Y dos veces.
Es díficil tratar de explicarle a alguien cómo es estar enamorado, pero más aún si la persona a la que se lo explicas es quién te enamoró.
Quería preguntarle por qué me sentía como me sentía cuando estaba con él. Por qué mi corazón se sacudía como un pájaro en una jaula cada vez que lo veía. Pero no hacía falta preguntárselo, la respuesta estaba clara.
Me gustara o no me gustara, sin saber cómo había pasado ni cuándo exactamente, me había enamorado de Blas.
Yo, aquella que sólo veía el amor en las películas y porque a Sigrid le gustaban. Yo, que tan orgullosa alardeaba de que no me habían roto el corazón nunca, y ahora este estaba en juego. Lo estaba arriesgando y tenía miedo de perderlo.
Nos seguíamos mirando.
Alguien tenía que empezar la conversación.
Y decidió hacerlo él.
-Yo...
Y en lugar de esperar y escucharle, en lugar de explicarle todas las cosas que, con palabras, no hubiera sido capaz de explicar, avancé y le abracé.
Me sacaba una cabeza, pero no importaba.
Le abracé, escondí la cabeza en su pecho y ahí me quedé, por un tiempo.
-No sé qué me está pasando-le susurré.-Soy idiota.
Me apartó un poco para poder mirarme.
-No lo eres.
-No, sí que lo soy. No soy capaz de entender qué me pasa y es bien sencillo. O a lo mejor es que sí lo entiendo y no quiero aceptarlo.
Me senté en mi cama, ya que no creía que pudiera seguir con esa conversación de pie.
Jamás me vi hablando de sentimientos de este tipo en voz alta con nadie, pero... Mucho menos con Blas. Y mucho menos pensé que esos sentimientos serían producidos por él.
Él se sentó a mi lado.
-Siento si he hecho algo que te ha molestado, yo...
-¿Qué? ¡No! ¡Claro que no!-dije, interrumpiéndole-No es nada de eso. Es sólo que no puedo entender por qué me gusta tanto cuando hago algo como esto-dije, acariciándole la cara.
Sonrió.
-Ni por qué pienso que el corazón se me va a escapar del pecho cuando hago esto.
Usando la misma táctica del día anterior, pasé mi brazo por detrás de su cuello y lo atraje hacia mí, hasta que nuestros labios, como hace apenas un rato, se juntaron.
Estaba tratando de demostrarme a mí misma lo que sentía. Y confirmé lo que ya sospechaba como cierto.
Volaba. Estaba sentada en mi cama, con Blas al lado, pero yo sentía que volaba. Mi corazón golpeaba fuerte contra mi pecho, rápido, cada vez más, impulsándome hacia delante.
Me separé unos centímetros, para poder hablar, pero estábamos frente con frente y no separaba mis ojos de sus labios.
-Tu mundo es muy diferente al mío.
Él me miró a los ojos y jugueteó con el pelo que me caía sobre un lado de la cara.
-No tiene por qué ser así. Además, tú eres mi mundo ahora.
Reí, sorprendida por semejante declaración.
-¿Y tus fangileantes?
Se acercó más a mí.
-No tienes que preocuparte por eso. Y, como decías, ahora tienes perro, ¿no?
Le sonreí, asintiendo.
Volví a besarle. Una. Dos. Tres veces. Perdí la cuenta. No quería que aquello acabara.
Sentía como unas descargas que me hacían sonreír mientras le besaba.
Me separé apenas unos centímetros y le confirmé lo que yo ya sabía, pero no me había atrevido a aceptar.
-Te quiero.
Ya está, se lo había dicho.
Me quedé mucho mejor después de decírselo, como si hubiera soltado una carga bastante pesada después de haberla llevado un tiempo.
-Y yo, pequeña.
Pequeña.
Sonaba bien.
Y más, si salía de sus labios. Aquellos que me moría por volver a besar.
Y eso hice, hasta que nos sonó a ambos el teléfono.
Lo miramos, algo desconcertados.
"¿Os queda mucho?" dijo Carlos.
-Yo lo mato.-dije.
Blas se rió.
-Pero luego, ahora quiero quedarme un poco más aquí. Contigo.
-End-
-Sigrid-
Después de que Blas se fuese a la habitación, Dani sugirió ir a poner la oreja a la puerta.
-No, no seáis así.-dije.
Al momento, estábamos todos en la puerta, pero solo oíamos frases sueltas.
-Soy idiota.-susurró Cris.
Carlos asintió a lo que dijo Cris.
-Estoy de acuerdo con su afirmación.-dijo éste.
-Como Cris se entere, te mata.
El me dio con la mano, como si le diese igual.
No le iba a dar tanto igual cuando Cris le diese la hostia padre.
Siguieron estando en silencio y habló Blas.
-Tú eres mi mundo ahora.
Todos nos llevamos los dedos a la boca, como si fuésemos a potar.
-Demasiado empalagoso hasta para mí.-dije.
Todos rieron.
Al rato, nos aburríamos, no decían nada.
-Menuda shit mas grande.-dije-No hacen nada.
Todos rieron de mi ocurrencia.
-Vamos a molestarles.-dijo Carlos, sacando el teléfono.
“¿Os queda mucho?”
Por efecto domino (no nos vamos a mentir, era por el grupo de WA).
-Le voy a matar.-se oyó decir a Cris.
Carlos puso una cara de miedo total.
Nos fuimos al salón, porque no había actividad.
Salieron Cris y Blas, de la mano, muy felices ellos.
-Cris, ¿sabes que Carlos te ha llamado idiota?
-¡NO HA SIDO ASÍ!
-¿Estabais escuchando?
-Nooooooooooooooooooooo.
Era obvio que estábamos mintiendo, pero...
Cris nos miró con esa mirada suya de que nos odiaba pero que no llegaba a hacerlo nunca.
-¿Qué hacemos ahora?-dijo Cris.
Dani y yo nos miramos.
-PIJAMA PARTY! ALL DAY, ALL NIGHT!-e hicimos un baile raro.
-Aunque hay un problema...-dijo Álvaro, ignorándonos por completo.-No tenemos pijamas aquí.
-Eso no es problema.-dije.-A veces mi hermano mayor venía aquí, hace mucho, como el de Cris, y dejaban aquí pijamas. Habrá los suficientes.
Ellos asintieron y todos tan felices.
-Me aburrooooooooooooooooooooooooooooo.-dije.
-Pues cómprate un burroooooooooooooooooo.-dijo David.
-Para que, ya te tengo a ti.
-¡Será posible...!
Y nos empezamos a pegar con los cojines.
Cris se levantó, y yo la seguí, para coger los pijamas.
-Hay tres de mi hermano.-dije.
-Y uno del mío.-dijo ella.
¿Qué íbamos a hacer?
-Chicos, nos falta un pijama.
-Bueno, pues que alguien duerma en chándal.-dijo Dani.
No me había fijado, pero todos habían venido con chándal. Pues que bien.
-Entonces duermes tú-dije señalando a Carlos.-sin pijama, en chándal.
-¿No me vais a pegar?
Yo negué.
-¡YO SI TE PEGO, AH!
Cris, con zapatilla en mano, le pegó la señora paliza que la pegué yo el otro día.
-AU.
-Esa es la prima de la señora paliza que le pegué a Cris el otro día.
-Aún no entendemos-dijo David-porque la pegaste.
-Porque jugó con mis sentimientos.
Todos se rieron de eso.
Puse la cena (con ayuda de Álvaro).
Esta vez la cena fue una tortilla (la hizo él, a mí no me salía) y cogí unas bebidas. (Me ayudó, soy muy bajita)
-Es que si no fueses tan bajita.
-¿Quieres una galleta? No te voy a cobrar, eh.
El se rió.
Pusimos las cosas en la mesa y mandamos a los otros que se sentasen.
-Mmm. ¿Quién ha hecho la tortilla?
-A medias.-dije.
Cris casi se atraganta.
-Jo, que no esta tan mala.-nos quejamos Álvaro y yo.
Después de cenar, fuimos al salón a ver una película.
-De miedo.-dijo David.
No podías ver una película de terror si solo oías los “muacks” de Blas y Cris todo el rato.
Al final, nos dormimos viendo la película.
Me desperté por los rayos del sol.

12 comentarios:

  1. como decia: super dubhxnsjshdbzkdguju

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  2. Hola chicas:) antes que nada deciros que este capítulo es askjhdgf *.*.Os quiero dar agradecer todas las risas y sonrisas que me habéis sacado con esta novela, muchas gracias.
    No es la primera novela que me leo de Cris,ha decir verdad, me las he leído todas, son increíbles y esta por supuesto no se queda atrás.
    Muchísimas gracias<3
    PD:si lo del facebook es importante para ella, fundiré el botón de likes.:D https://twitter.com/50Biebersmiles

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  3. DIOS, ADORO ESTA NOVELA EN SERIO.
    Me podeis pasar la otra, la de Youngers :)? pasarmela por twiter si quiereis, @lydiaalvarez975. YO TAMBIEN IRE AL CONCIERTO SI TE VEO TE DIGO ALGO JIJI :)
    Y si me votais a mi tambien os lo agradeceria, muchiiiisimo https://apps.facebook.com/easypromos/voteme/79671/619218691 GRACIAS

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    1. ¡Hola! :)
      La novela de las Youngers es sobre One Direction y escrita por Cris:
      http://foreveryoungwithyouonedirection.com
      Sigrid.

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  4. DIME QUE NO, DIME QUE NO. OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMG. BLAS Y CRIS EN MODO PAREJA. LO SABÍA, MI MENTE RULES. (No es porque seas intuitiva, es que yo soy igual que rebuscada que tú Cris y pensamos igual) Aunque sé que Cris con Blas no se quedará, esto es muy bonito para ser cierto, sé que la liaréis parda... Sé que el final de la novela será orgía Auryn, que lo sé. Va, darme el Nobel, lo estáis deseando. http://media.tumblr.com/tumblr_m8s3g4InaM1r4qo34.gif
    BUENO, IGUALMENTE CRIS Y BLAS SON MUY ADORABLES.
    Yo ya me he tomado la molestia de hacer nombre de pareja. El resultado ha sido: Bris.
    Os gusta, lo sé.
    http://media.tumblr.com/tumblr_m57mlbhTGd1r91g01.gif
    Me dispongo, tras años de inexperiencia (?), a comentaros estos dos últimos capítulos.
    Me encanta el nuevo perro de las chicas, sabía en el momento en el que la madre de Cris le dice que lo podrán adoptar que éste llevaría a crear más bromas, si cabe, entre 'los niños' y eso me gusta :3
    Además, adoro los perros *_* Bueno, y los gatos y todos los animales lol
    Cuando lo llaman chocolate, Dios, me muero. ¿CÓMO SE LE PUEDE LLAMAR A UN PERRO CHOCOLATE? JAJAJAJAJAJ SÓLO VOSOTRAS CHICAS, SÓLO VOSOTRAS.
    Me ha encantado cuando Bris estaban en la habitación de Cris y estaban en el intento de 'procrear bebés' (bueno, no han llegado, pero casi (?)) y los otros en la puerta espiando, qué típico. Yo estaría igual JAJAJAJAJAJA ¡VIVA LOS COTILLEOS EXPRÉS!
    Si desvarío mucho es todo culpa de Bachillerato.
    En resumen me ha encantado todo, es perfecto, como de costumbre, así que tengo poco más que añadir.
    Seguid así, y esas 10.000 visitas están más que merecidas, sois increíbles escribiendo.
    Os quiero so much.
    Buenas noches y que no os ataquen patos por las calles <3

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    1. ¡Hola Laura! Me dispongo (Yo, Sigrid, ah) a responderte el maravilloso comentario que nos has dejado.
      Me gusta el nombre que le has puesto a la pareja de Blas y Cris, desde ahora, serán Bris (le guste a Cris o no, pero es que era o Bris o Clas ah)
      El perro en principio iba a ser gato (tengo gato y Cris perro) pero dijo Cris "Nah, un perro" y después se nos ocurrió la historia del nombre porque yo estaba en my house comiendo chocolate.
      ¡No han llegado! Pero tal vez, allá algo.. Nah, no es verdad, pero, ¿te lío? ¿Te conseguí liar? Ah, nobody knows.
      No pasa nada, nosotras te entendemos, somos así siempre.
      ¡Muchas gracias! Ahora mismo tenemos 10.309 y para nosotras es todo un logro.
      Te queremos so much.
      PD.: No nos atacó ningún pato, pero alguno lo intento (?)

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    2. ¿Qué es esto de hablar de mí a mis espaldas, ah? ¡Si tú comentas, yo también! (Soy Cris, aunque creo que no hacía falta decirlo, pero ah...)
      A ver, a ver, qué es eso de ir poniéndome nombres ya, ¿ah? Qué cuqui es todo *-* JAJAJAJAJAJA ¿Cómo que me guste o no, ah? ¿Por qué no iba a gustarme?
      Yo en realidad no tengo perro, lo tiene mi abuela, me conformo con el mono de mi hermano pequeño, que viene siendo lo mismo y el nombre, "Chocolate" vino porque a mí se me va mucho la pinza y se me fue.
      ¡EY, EY! ¿QUÉ ES ESO DE HABLAR DE MI VIDA SEXUAL ASÍ, COMO SI ESTO FUERA SÁLVAME? De verdad, qué cosas tiene la vida JAJAJAJAJAJAJA
      Sí, algo así.
      Un logro muy logroso, sí (?)
      PD: A mí el pato Jacobo, sep.
      Besosss :)

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    3. ¡Aquí nadie habla a tus espaldas, ah! Ya veo, es normal :P
      Mujer, si quieres quedarte con Clas, tu misma, eh. JAJAJAJA
      Pero para el caso, el perro es también tuyo, ¿no? Si, lo es.
      Había que comentarlo... D:
      Sep. ¡Ahora tenemos 10666! Que contenta estoy.
      PD.: A mi Kevin la paloma, ¿pero esto que essssss?
      Besosss.

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  5. Chicas me encanta la novela me he enganchado he tardado dos dias en leerme todos los capitulos porque no sabia que teniais una novela.Me he reido mucho hoy me la he terminado de leer y me handado dos ataques de risa enserio me encanta y avisarme cuando escribais el siguente en mi cuenta de twitter @rachec12

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    1. ¡Hola Rachel!
      ¿No sabías? Lo pusimos en twitter y en tuenti.
      Bueno, no pasa nada, ¡nos alegramos de que te haya gustado!
      ¿Ataques de risa? ¡Como los de Carlos!
      Claro, ahora mismo (en cuanto pueda) te sigo, :)
      Sigrid.

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  6. Quiero un siguiente YA u os estrangulo ;) y avisarme x tuenti (mariluz) k ya no lo haceis Vv

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